ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel

El problema no es los 14 días de vacaciones con estadía en Panamá y Viña del Mar que gozó el gobernador de Loreto Elisbán Ochoa. El problema es el secretismo que cundió en torno a todo ello y que sus funcionarios más cercanos se encargaron de incentivar, con excepciones claro está. Este mismo articulista ha consultado, antes de publicar el movimiento migratorio del gobernador, con más de media docena de funcionarios y, salvo una dama, todos se encargaron de dar evasivas. Provocaron torpemente una serie de versiones que luego ya se hizo incontrolable y desembocó en lo que todos sabemos y la autoridad tendrá que realizar un control de daños si es que no quiere sufrir mayores daños.

Todo el alboroto en torno a su viaje a dos países extranjeros se pudo evitar dando a conocer los motivos de su presencia en Panamá y Chile. ¿Por qué no se hizo? Sobre los cuatro días que pasó en el país centroamericano no se sabe nada y tampoco el gobernador habló de ello al llegar a Iquitos. Sobre su presencia en Viña del Mar ya se sabe que fue a conocer cómo se vive el festival junto con el director de Transporte Rafel Pezo y “los empresarios Pepe Lucho Alván y Carlos Álvarez”, como él mismo ha declarado. No se sabe por qué tanto enigma en un viaje que en estos tiempos de redes sociales se iba a conocer de todas maneras. El mismo Pepe Lucho Alván y Carlos Álvarez, hoy presentados como amigos del gobernador y del gobierno, se encargaron de publicar fotos cuyos comentarios debe servir a la autoridad para conocer el sentir ciudadano.

Más allá de las vacaciones del gobernador es conocer qué pasará con la gestión luego del caso de los núcleos ejecutores. El mismo Elisbán se ha encargado de anunciar que se inicia una segunda etapa de su gobierno. En ese breve discurso en el local de su agrupación “Mi Loreto” ha dicho que uno de los principales problemas de su gestión es la comunicación. Ha señalado que muchas acciones no se conocen porque no hay un sistema de comunicación que lo respalde. Ha reiterado -con nombres y apellidos- la percepción que tiene sobre los traidores que han llegado con él al gobierno. “Si con doce apóstoles Jesús tuvo un traidor, imagínense con más de mil cuántos traidores habrá” ha dicho en su discurso dominical donde más de uno comenzó a frotarse la frente y sudar frío porque, claro, ahí estaban varios seguramente. Ante el problema de comunicación y presencia de traidores que ya ha detectado toca ahora que tome las mejores decisiones.

Para ambos casos sirve lo que me indica una fuente que se pasea por los pasillos del Gorel y que se ha paseado por varios pueblos con Elisban en diversas campañas: “Faltan cuadros. Yo mismo no tengo los requisitos y estoy en el nivel de confianza. Un día Elisban me mostró su molestia. Así en forma coloquial me dijo cómo puta no vas a tener los requisitos. Por eso soy solo coordinador y no gerente. Hay unos hijos de puta que han entrado viendo como arañan y hacen proyectos para tirarse la plata”. Si el profesor tiene tan identificados a quienes le hacen daño no se entiende por qué los mantiene en oficinas donde se maneja dinero. Él los mantiene cuando se sabe que en varias oportunidades ha dicho que dará la confianza a personas que tienen que conocer la función pública y ser honestos. Aunque esa misma fuente me dice “estamos jodidos… dónde puta encontramos esos altos requisitos”.

Entonces más que una segunda etapa de gobierno lo que el propio gobernador se dará es una segunda oportunidad. Si en verdad hay un cambio se verá desde hoy cuando se conozca quiénes se van y quedan en una administración regional que necesita recobrar la confianza de los ciudadanos y tiene la urgencia de mostrar resultados óptimos que dice se logró en catorce meses. Y, si vale la acotación, los últimos días se ha demostrado que los que perjudican a Elisbán están dentro del Gorel y no fuera. Si es que los próximos días se establece que el gobernador es el problema y no la solución será para repetir lo que me ha dicho la fuente: “estamos jodidos”.