Parece que este combate lo va ganar el esposo de Adita Guerrero, el odontólogo Paul Olórtiga. Nadie podría con esa máquina instalada en cadena nacional con el único propósito de saber desde la cantidad de golpes que habría sufrido su esposa difunta, hasta el color de calzoncillos que utiliza cada vez que da entrevistas. El ministro Daniel Urresti, por más que esté acusado de asesinato a un periodista, pasará a un segundo plano. Eso, es lo de menos.
No interesa que un ministro, ex cachaco, haya sido uno de esos militares que eran machitos cuando estaban encubiertos por sobre nombres y por el sistema impuesto en la década de los ochenta y noventa para proteger barbaridades contra gente inocente. Haber matado a un periodista es ahora un valor superlativo de hombría y coraje para arremeter contra los “choros” de poca monta que acechan a la población.
Sacarse fotos y llevar a expertos enjuagadores periodistas en la madrugada para ser achorado frente a los delincuentes es, después del espectáculo de Corazón Serrano y sus muertos, lo que debe llamar la atención. Y nosotros, debemos creer en su inocencia y apelar a su mano dura para creer fervientemente que la delincuencia con este tipo se acabará para siempre. Amén.
Acaso no existe alguien capaz de sacarse fotos en las madrugadas o llevar veinte policías para levantar en operativos a los reducidores. Humala no cuenta con otros en su promoción que puede hacer lo mismo y no mentir descaradamente como lo hace Urresti indicando que en una semana de ministro se redujo la delincuencia. Si quieren un show, entonces llamen al general Donayre o a Mantilla, total, igual de poseros podrían resultar.
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Primero, el que escribe con seguridad no conoce Ayacucho, Huanta, porque sino, se hubiera enterado quien era Bustíos y otros que pensaban que se podía llegar al poder con la fuerza. Señores, muchas personas de Huanta eran terroristas y ahora quieren aparecer como santos. Igual sucedió con Gisela Ortiz quien era dirigente de patria roja en La Cantuta. Es que la gente habla sin tener información correcta.
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