Más del 70% de la basura generada en Puno termina en rellenos sanitarios sin ningún tipo de manejo. Estos vertederos operan en territorios de comunidades campesinas, cuyos habitantes vienen denunciando la contaminación del aire y los suelos.

Puno genera más de 600 toneladas de basura a diario y cada habitante produce un promedio de 0.85 kilogramos por día, según datos del Ministerio del Medio Ambiente (Minam) a 2022. Lo que se recicla no supera el 30% y la basura que se recupera para un segundo uso apenas llega a un 3%.

El grave problema en Puno, al igual que otras regiones del país, es que carece de adecuados espacios autorizados para desechar los residuos sólidos.

Desde hace cinco años, la ciudad deposita sus desechos en Itapalluni, el primer relleno sanitario construido en la comunidad de Itapalluni, localizado a 12 kilómetros de la ciudad de Puno. Este vertedero se construyópara atender una población de más de 138 mil habitantes. Sin embargo, es insuficiente, por lo que aún operan 124 botaderos ilegales en sitios no autorizados y sin ningún tipo de gestión, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).

Todos estos vertederos informales han degradado más de 86 hectáreas de terrenos en Puno, dado el almacenamiento inadecuado de la basura. Y, en algunos casos, estos botaderos se localizan en zonas adyacentes a áreas protegidas como en las zonas de Ayllaris, Huarejón, Qarapampa, etc.

Puno: ¿A dónde va la basura?

Uno de los depósitos informales es el botadero de Cancharani, ubicado en la misma ciudad de Puno, exactamente en los terrenos de la comunidad de Cancharani. Allí, la Municipalidad Provincial de Puno arrojaba más de 100 toneladas de basura generadas por la población cada día. Para prolongar su uso, se procedía también a quemar los desechos.

En 2018 este vertedero cumplió su tiempo de vida útil, tras más de 10 años de operaciones. La Municipalidad de Puno se comprometió con la comunidad a recuperar el área degradada. El botadero ocupa un terreno de 5 hectáreas y, con la ejecución del cierre, se habló de un proyecto de recuperación.

Karla Ramos Arpasi, presidenta de la comunidad de Cancharani, dijo a La Red que es urgente concretar este trabajo, debido a que los residuos de plástico y los lixiviados expuestos contaminan hasta la fecha a la comunidad y las localidades aledañas. Son cerca de 300 familias afectadas por la presencia de desperdicios. Ellas piden que el área se destine a un parque, de acuerdo con el proyecto previsto.

Asimismo, la comunidad ha solicitado al municipio ser incluidos dentro del programa de reciclaje y ser capacitados en el manejo de los residuos sólidos. Finalmente, a finales de julio de este año, la recuperación del área degradada comenzó y se tiene previsto que dure unos 5 meses. Para este fin se ha destinado un presupuesto de 5 millones.

Puno: Relleno sanitario paralizado

El problema de los residuos no acaba allí. Desde hace 5 años lleva funcionando el relleno sanitario de Itapalluni, un centro de disposición que cuenta con una planta de tratamiento de residuos orgánicos y una planta de separación de residuos inorgánicos reciclables.

El presidente de la Asociación de Productores de Itapalluni, Leandro Velázquez Catari, denunció que no existe un tratamiento adecuado de los residuos sólidos y los lixiviados, que son los líquidos que se generan producto de la descomposición de la basura.

Asimismo, los vecinos expresaron su desazón por la falta de ejecución de obras prometidas: asfaltado de las vías de acceso, proyecto de agua y desagüe, servicio de energía eléctrica, entre otros.

Al respecto, la regidora Eliseny Vargas Ramos señaló que la ejecución del relleno sanitario se encuentra paralizada, y que aún falta culminar la construcción de cuatro celdas para la disposición de residuos. Agregó que hasta abril pasado la obra tenía un avance de 40% y se desconoce si continuará ejecutándose debido a que la maquinaria estaba paralizada.

Ante esta situación, instó a la OEFA a realizar una nueva supervisión. Cabe mencionar que el organismo fiscalizador multó el año pasado a la municipalidad provincial con 69 millones de soles por el tratamiento inadecuado de los residuos en Itapalluni.

Hay provincias como el Collao e Ilave que afrontan dificultades para construir un relleno sanitario en la comunidad de la Apacheta. La población cercana al sitio del proyecto se opone a su ejecución. En el lugar se ubica un botadero que opera sin autorización desde hace 20 años.

 

*Reportaje elaborado por German Ccari, periodista de El Objetivo, medio de comunicación integrante de la Red de Medios Regionales del Perú.

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