Más de uno se echa a temblar cuando tiene que hablar con su pareja. ¿Cómo podemos tener conversaciones asertivas y sanas con nuestra pareja? Te lo contamos.
«Tenemos que hablar»
Es una de las frases más temidas en pareja. Y es que, la verdad, suena a sentencia, y si se gestiona mal la conversación consecuente puede ser el inicio de una serie de conflictos o incluso del fin. Para evitarlo hay que aprender a crear diálogos fluidos que no bloqueen ni coarten lo que el otro tiene que decir.
Enemigos del diálogo
Existen expresiones y actitudes que resultan auténticas cuchilladas en el respeto y la autoestima del otro.
Por ejemplo:
• Dar órdenes (imponerse con autoridad. «Es así porque yo lo digo»; «cállate de una vez»).
• Emitir críticas (desmoralizan y alejan a la otra persona que -lógicamente- se siente juzgada en lugar de comprendida. «No haces otra cosa que quejarte»).
• Insultar (es de lo más nefasto, una agresión directa al otro).
• Interrogar una y otra vez (ocurre cuando, en lugar de dialogar, soltamos pregunta tras pregunta sin esperar la respuesta. «¿No habíamos quedado a las diez? ¿Es que no puedes recordarlo? ¿Pero no te lo repetí?).
• Amenazar (produce miedo, resentimiento, sumisión: acaba con la igualdad entre la pareja. «Más vale que hagas lo que te digo»).
• Manipular mediante el elogio («alguien como tú no puede hacerme esto a mí»), etc.