Cáceres (II)
Por Miguel DONAYRE PINEDO
Uno de los lugares para perderse en el tiempo es la aljama de Cáceres. Es un viaje por la historia, la geografía, por la historia del pensamiento. La intolerancia ibérica desalojó a los judíos a emigrar hacia otros lugares. Entre ellos están Estambul, Tánger, Fez, Casablanca. Pero de Sefarad, que así llamaban a esa parte de la península, todavía quedan sus rescoldos en estas juderías de calles estrechas, de estrellas de David en las fachadas de las casas. Respiro profundamente. Es un buen ejercicio de saneamiento con uno mismo y con los demás. Así entre sueños recuerdo la peregrinante vida de Spinoza tratando de modernizar las lecturas judaicas y que le costó la expulsión de la sinagoga. O del mismo Maimónides y su, “Guía para perplejos”, que se escribió primeramente en árabe. En esas búsquedas de estos descarriados enla Biblioteca Nacionalen Madrid hay una muestra de biblias sefarditas, la han denominado, “Biblias de Sefarad. Las vidas cruzadas del texto y sus lectores”. Sí, de las que quedaron luego de la expulsión del territorio español [muchos de esos manuscritos se exhiben por primera vez, un lujo]. Estos itinerarios desbrozan parte de muchas historias.
Un buen numero de tangerinos llego a estas calidas tierras, principalmente ingresando por el amazonas procedentes de Manaos y Belem, fue a fines del siglo XIX atraidos por el esplendor que emanaba Iquitos gracias al caucho, y sus maderas preciosas, como la mayoria de ellos vinieron solteros, muchos formaron familia con loretanas, en 1910 un profesor tangerino vino a conocer Iquitos atraido por su fama, le sorprendio encontrar a mas de 200 de sus coterraneos afincados. Esa parte de la historia de Iquitos aun no esta totalmente divulgada.
Tengo entendido que muchos sefardies afincados en Tanger luego de la expulsion de los judios de España, hicieron vela y vinieron a hacer la America, primero al Brasil y luego entrando por el Amazonas llegaron a Iquitos, muchos de ellos pusieron negocios se hicieron de familias afincandose en estas tierras. Buen articulo.
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