Bayer confirmó su apuesta por la biotecnología en sus dos frentes de negocio: el farmacéutico, que se centrará en terapias personalizadas del cáncer, y el agrícola, con la compra de Monsanto, en medio de recientes “reveses” que considera propios de una empresa que busca innovar.
Así lo aseguró el presidente global de la división Farmacéutica de la gigante alemana, Dieter Weinand, al abordar hoy en una entrevista con Efe las perspectivas de la compañía ante el fin de la patente en 2024 de uno de sus medicamentos más vendidos, el anticoagulante Xarelto, y el impacto de la adquisición de la estadounidense Monsanto, líder en ingeniería genética de semillas y en producción de herbicidas como el glifosato.
“Si con estas pruebas se han logrado poco a poco seis meses más de supervivencia en quienes sufren algunas patologías, es un avance que no tendríamos de no realizarlas”, explicó Weinand.
El ejecutivo también se refirió a Xarelto (rivaroxaban), uno de sus medicamentos más vendidos y con el que han realizado pruebas para nuevas indicaciones, y afirmó que estas medidas son precisamente “acciones en previsión del fin de esa exclusividad”, por lo que han destinado más de un millón de euros anuales (1,2 millones de dólares) en investigación de nuevas moléculas.
Al respecto, Robert LaCaze, jefe de la recién creada Unidad de Negocios Estratégicos de Oncología en Bayer, manifestó a Efe que “el tratamiento del cáncer será uno de los pilares claves del crecimiento futuro, con cuatro terapias en ocho indicaciones aprobadas”, la asociación con biotecnológicas como Loxo Oncology y acuerdos estratégicos con centros académicos, otras compañías farmacéuticas y organizaciones innovadoras de todo el mundo.
Con esa estrategia, la empresa se enfocará en plataformas farmacológicas que apuntan a la medicina personalizada y la inmunooncología.