Aviso de navegantes
Por Miguel Donayre Pinedo
La editorial de este diario hace unos días daba el aldabonazo sobre la presunta dada de baja del material de la biblioteca municipal para que vaya directo al reciclaje. Lo clamoroso del caso es que los criterios que el funcionario apelaba para el retiro eran de lo más triviales. Por los antecedentes del funcionario, amigo del Alcalde, decisiones como esa era lamentablemente previsible. No se podía esperar menos para una persona no calificada para el cargo, salvo prueba en contrario. Pero ¿Cómo nombrar a una persona que no tiene pajolera idea de gestión documentaria? Hay una grave responsabilidad de quién o quienes lo han nombrado. La gestión de una biblioteca no es juego, no es como administrar un bar, una chingana o un garito. Hay que tener sensibilidad para proyectar a los lectores y lectoras el amor a la lectura, no para mandarlos al reciclaje. Debe haber por lo menos, amor por los libros. Me sigo preguntando ¿Qué movió a este funcionario expurgar libros sin ton ni son? ¿Qué ocupaban mucho espacio?, ¿Cuál ha sido el criterio técnico? Que nos cojan confesados con funcionarios como este. Un mal dato para la política cultural municipal, si esta existe en la actualidad.