Artemio quiere entregarse
– Senderista quiere una tregua ¿Qué hacemos?
Ayer se publicó una entrevista que le ha hecho Gustavo Gorriti al líder senderista Artemio en algún lugar del Huallaga (http://idl-reporteros.pe/2011/12/06/entrevista-a-artemio-en-el-huallaga/). “Bienvenidos al corazón del Huallaga, soy el camarada Artemio, mi nombre es José pepe Flores natural de Camaná, departamento de Arequipa… un saludo especial para mi querido pueblo del Perú”, empieza la entrevista que le hace el circunspecto periodista en medio de machetazos que se escuchan a lo lejos.
Casi 30 años han pasado desde que Sendero Luminosos inició la “lucha armada” en el pueblo de Chuschi – Huanta en el departamento de Ayacucho con el objetivo de llegar al poder. En este camino de enfrentamiento contra el Estado peruano han quedado más de 70 mil muertos según el Informe de la Comisión de la Verdad. Una de las cosas que se nota de este diálogo es la actitud mesurada y hasta por momentos de víctima que quiere aparentar “Artemio” ante su interlocutor que más bien parece agradecer con su tono en el diálogo por la exclusiva. Pero puede ser también el aliento natural que suele tener el director de IDL.
Artemio quiere entregarse, negociar, quiere una tregua, desmovilizarse, quemar las armas y emprender una carrera política con las leyes que le ofrecen actualmente el Estado peruano. “No nos vamos a dormir” ha dicho, en el caso que el Estado, representado ahora por el gobierno de Ollanta Humala, le acepte esta posibilidad. Pero ha dicho algo más que sí debería investigarse y darse cuenta en razón de la transparencia del propio Estado para con la lucha armada que sostuvo durante años en distintos lugares del país.
Ha revelado que ofreció lo mismo dos veces, una al presidente Alejandro Toledo y la otra a Alan García. En la primera se le ofreció promoverle un asilo político para él y sus allegados e incluso entregarle la recompensa que pesa por su cabeza a cambio de acogerse a la ley de arrepentimiento. En el caso de García Pérez dijo que el rechazo fue total y se continuaron las acciones militares. Ha mencionado también que tuvo acercamiento con gente allegada de estos gobiernos, con monseñor Bambarén y hasta con personal allegadas al Vaticano. Es decir, todos sabían dónde estaba menos los servicios de inteligencia de nuestro Estado.
Más allá de las connotaciones que tiene el caso en el ámbito político, porque sin duda será un tema a debatir sobre esta propuesta, estas declaraciones abonan la teoría que señala que las Fuerzas Armadas y ciertos sectores políticos requieren de la existencia de un grupo como éste – aunque sea minúsculo – para su propia subsistencia. Es decir más del 25% del presupuesto nacional que se deriva a las Fuerzas Armadas, más los reclamos concretos que requiere este sector, nacen en parte y se nutren del argumento de la lucha contra este grupo terrorista, claro ahora con la variante de estar apoyando las acciones del narcotráfico.
Lo mismo sucede con un gran sector de la denominada derecha que ha usufructuado durante décadas su existencia y endurecimiento de sus posiciones gracias al terror que ha sembrado Sendero Luminoso en nuestro país, muchas veces con el apoyo de un sector masivo de los peruanos, porque precisamente se hacía alarde electoral de una guerra interna en la que obviamente el Estado – en posibilidad de ser representado por ellos- requería de acciones beligerantes y duras para alcanzar la ansiada paz mediante la derrota militar de este grupo que ahora se quiere entregar.
Pero lo que también ha revelado “Artemio” es que ha hecho contacto vía dos misivas con Ollanta Humala y está a la espera de una respuesta. ¿Cuál debe ser la respuesta del mandatario? Cerrar las puertas nuevamente y seguir con el enfrentamiento sin resultados como lo Hizo García, mecerlos hasta que capturen a todos sus integrantes como aparentemente lo hizo Toledo (sin resultados importantes) o iniciar un proceso de rendimiento pero que no tenga los ribetes de libertad que le dieron, por ejemplo a la Farc en Colombia y que al final no tuvo resultados. Ollanta tiene una nueva oportunidad en este caso, siempre y cuando no le gane el corazón militar y menos las voces de grillo que ya empiezan a escucharse desde su diestra negando toda posibilidad de entendimiento.
Es hora que el PERU viva en paz y se reoriente en todos sus aspectos al desarrollo en un marco de paz total, para ello desde el estado se debe de elaborar políticas tendientes a buscar la amnistia para todas la sperosnas y grupos que estubieron imniscuidos en la peor época de violencia que lastimosamente paso nuestro país, dejemos los recores y odios. PAZ desea el PERÜ.
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