El presidente de gobierno del Reino de España muy ufano ante las cámaras de televisión como testigo señalaba que no había cumplido con una ley. ¿Un político de esa envergadura, por el cargo digo, puede jactarse de ello? Si él no cumple la ley ¿se le puede exigir a la ciudadanía a cumplirla? Es la democracia que pervive en esta parte de la península. Muchos la han calificado, y con razón, a esta democracia como una democracia de baja intensidad que es el modelo saliente del proceso de transición española. Curiosamente, lo que la hicieron dijeron a los cuatro vientos que fue modélica y que ha sido exportada a muchos países. Mientras leo e investigo los procesos de transición todavía no encuentro ese modelo aplicado a otros países, es que el modelo per se era y es cojitranco. Es más los que la apoyan señalan que la transición española fue un modelo de justicia pero sin transición ¿? Lo que ha significado en la práctica fue no aplicar el derecho a la justicia, el derecho a la verdad, el derecho a una reparación integral y las garantías de no repetición. Esta transición política, desgraciadamente, ha modelado una democracia con carencias y se nota en su caminar. Como fue el bipartidismo, un Estado opaco, medios de comunicación cerriles, ciudadanía gris y con poco iniciativa entre otros defectos. Y lo más grave es que ha parido políticos que se vanaglorian de no cumplir una ley como el presidente de Gobierno. La ley a que nos estamos refiriendo es la Ley de Memoria histórica (que genera más de una ataque de histeria en las huestes conservadoras y de sectores de la socialdemocracia). La citada ley para su cumplimiento necesitaba del financiamiento de poder central porque como sabemos en España este tema se ha privatizado y quienes lo ejecutan son las asociaciones de familiares de desaparecidos. Y el Estado aduciendo argumentos peregrinos no ha financiado la ley. Pero que un presidente de gobierno se jacte de no cumplirla demuestra una total falta de empatía por el dolor ajeno y promueve la desobediencia de las leyes.