ESCRIBE: Leonardo Inga Sales

Soy un convencido que, ante una crisis, siempre se crea una oportunidad; es por ello que esta crisis sanitaria ha generado la gran oportunidad de hacer una reforma sustancial del sistema de la salud pública en nuestro país, comenzando por mejorar la inversión en el sector salud que llega actualmente a 18,500 millones de soles, cifra que sólo sirve para mantener nuestro paupérrimo sistema de salud.

Durante esta pandemia hemos visto la precariedad del sistema, con una escasa infraestructura hospitalaria, falta de plantas de oxígenos, equipamiento, medicinas, EPP´s, médicos, enfermeras, personal técnico y administrativo y una descoordinación entre los tres niveles del estado, además de una ineficiente gestión por parte los gobiernos regionales en la lucha contra el coronavirus.

Desde el Congreso hemos planteado diferentes propuestas para dicha reforma, entre ellas resaltan, el aumento progresivo del presupuesto al sector salud, hasta llegar al 8% del PBI y la rectoría del MINSA para el manejo en situaciones de emergencia sanitaria.

Proponemos que El MINSA sea el único ente rector del sistema de salud, que tome el control y asuma la conducción administrativa de las Direcciones y Gerencias Regionales de Salud, así como la sanidad de la Policía Nacional, a fin de dar cumplimiento a la política nacional de salud, sus normas y actos administrativos y, la gestión de los servicios de salud de su competencia. Todo ello de manera gradual, siendo la primera etapa el actual estado de emergencia que vivimos.

Asimismo, hablamos de un fondo único de salud, que permite unificar a los diferentes sistemas que tenemos, a fin de que el asegurado pueda atenderse en cualquier establecimiento de salud, sea del MINSA o EsSalud, esto permitirá una mayor eficiencia en el uso y la distribución de los recursos para el abastecimiento e implementación de dichos hospitales a nivel nacional.

Otro de los planteamientos es la modificatoria del Plan Esencial de Aseguramiento de Salud (PEAS), para que garantice un mínimo de atención médica, que incluya una serie de enfermedades de acorde a las necesidades de los pacientes, dentro de un plan que asegure la cobertura a todos los ciudadanos y de manera diferenciada para los asegurados del SIS y EsSalud.

No podemos olvidarnos del sistema privado de salud, es decir, de las clínicas, quienes deben jugar un rol importante, integrándose, a través de convenios celebrados con el ejecutivo, a ser parte de esta gran reforma que tanto necesita la salud del país.

La tecnología no puede estar ausente dentro de esta reforma, debemos contar con un sistema único de información integral, que permita contar con información en tiempo real sobre temas referentes a la salud de los pacientes. Es por ello que hemos exhortado al Poder Ejecutivo, a fin de que se cumpla de manera integral y obligatoria la ejecución del Plan de Implementación del Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas, en todas las entidades prestadoras de salud públicas, privadas y/o mixtas, compartiendo un mismo sistema de interoperatibilidad; ello en cumplimiento a lo establecido por la Ley 30024, Ley que Crea el Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas, y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo 039-2015-SA. Tal implementación permitirá mejorar la calidad de atención a los pacientes, con comunicación eficiente, inmediata y segura, respecto al diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los pacientes.

Un claro ejemplo, en la región, es Uruguay, que ha logrado reformar su sistema de salud, a través de la creación del Seguro Nacional de la Salud (SNS), que cuenta con un fondo único, llamado Fondo Nacional de la Salud (FONASA) y que ofrece un plan de beneficios único para todo el sistema, el Plan Integral de Atención en Salud (PIAS). Dicho modelo está focalizado en la atención primaria, priorizando el primer nivel en los diferentes centros de salud. Pero todo ello se hizo posible gracias al compromiso del estado, de incrementar su presupuesto en el sector salud, entre el 2007 y 2014, de 4.6% a 6.11 % de su PBI.

No podemos seguir con un sistema de salud obsoleto, una muestra de ello es nuestra región Loreto, donde se instalaron 150 camas para hospitalización y 25 para UCI, sin embargo, sólo hay 7 pacientes hospitalizados por el COVID 19, debido a que el centro hospitalario, aún sigue en construcción. Asimismo, las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS), se encuentran ancladas en los puertos de Iquitos durante toda la pandemia o lo sucedido con los 48 módulos donados, en el mes de marzo, por la Agencia de la ONU para los Refugiados – ACNUR, con la finalidad de enfrentar el coronavirus, pero que, recién llegaron hace una semana, debido a que no se tomaron las medidas necesarias para hacer efectiva dicha donación.

Es el momento de iniciar las grandes reformas en bien del país, comencemos con nuestro sistema de salud, no olvidemos que sin salud no hay economía que valga.

¡Sigamos Adelante!