Ojito con los docentes
Algunos profesores y profesoras después de haber acatado la huelga, aunque sea pasando piola en sus casita, sin salir como la mayoría a las movilizaciones, ahora no quieren hacer clases los sábados, pese a que eso está establecido por asamblea general y por disposición de la Drel. Realmente esta falta de compromiso y de responsabilidad deja mucho que desear sobre todo en alguien que dice ser docente. Los alumnos merecen respeto y tienen derecho a que se les devuelva cada una de sus horas que los huelguistas tomaron para sus protesta. Eso es lo lógico, así que si una profesora con el cuento de que sus asuntos personales o familiares están por encima de su trabajo. Bueno, que pida licencia sin goce de haber, que renuncie porque hay cientos de jóvenes maestros esperando una plaza. Pero no se puede permitir que los alumnos estén si profesores. Ojito ojito señores de la Ugel Maynas.
Los bomberos por los bomberos
Una vez queda demostrado que son los propios bomberos los que gestionan y consiguen equipos y unidades para sus compañías, en los próximos días llegan a Iquitos una ambulancia y una cisterna que inmediatamente se pondrá a disposición de la ciudadanía. La buena noticia nos la dio el Vicecomandante Rodolfo Arévalo y las dos unidades ya están en ruta desde Lima a Pucallpa y de ahí vía fluvial hasta Iquitos. Claro, la pregunta que usted se hace al igual que nosotros es ¿Y las autoridades que cosa están haciendo en concreto por los bomberos? Definitivamente son ellas las que tienen que anunciar esas acciones y si se quedan mudas será, más que evidente, que los de rojo son la última rueda del coche en sus gestiones.
Dile no a la intolerancia
No creemos que la mejor manera de enseñarle a los niños y jóvenes a valorar sus tradiciones culturales, creencias religiosas y fechas significativas, sea prohibiéndoles o descalificando y hasta despotricando contra lo que a ellos les gusta o celebran. Decimos esto porque el sábado último por el centro de la ciudad un grupo religioso recorría las calles con una pancarta que decía algo así como: Dile no a Halloween. No sería mejor hablarles de las bondades de nuestras tradiciones y creencias. No sería mejor hacer que se enamoren de esos valores de forma atractiva para ellos y no con la costumbre desgastada de siempre. Los adultos muchas veces somos campeones para ningunear las cosas de los menores, pero nos ponemos siempre dos tusas en los oídos para escucharlos, para compartir con ellos sus “notas y vacilones”. Una pizca de tolerancia no le caería mal a estos grupos que se creen los iluminados y los seres más puros sobre este loco mundo.
Para tomar en cuenta
Los lamentables sucesos recientemente ocurridos en La Parada, distrito limeño de La Victoria, debe dejarnos, más allá del facilismo de echarle la culpa al primero que se nos ocurra, grandes lecciones y motivos de reflexión profunda. En primer lugar no se debe renunciar nunca al principio de autoridad, porque si eso se deja de lado o se posterga, le dejamos la cancha libre al caos, el desorden, el desgobierno y a la delincuencia. Si traemos esa experiencia a nuestra realidad local, facilito encontramos claros ejemplos de cómo por cálculo político, por querer estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo, muchas autoridades vienen postergando decisiones en ese sentido. Decisiones de esta naturaleza, sin duda alguna, tienen su costo político, sino vean el cargamontón contra la alcaldesa Susana Villarán. Donde, precisamente, los que nunca hicieron nada al respecto, por no querer tener problemas, hoy le enrostran las muertes registradas.