¡Impuestos, si!, ¡impuesto, no!
Por Miguel Donayre Pinedo
La actual crisis económica que atraviesa el norte económico, muchas veces simplifica y fosiliza el debate de una manera clamorosa. La dialéctica bajó los brazos. No va más allá de donde están sentados. Los liberales han introducido en el debate público, esa pregunta latosa ¿qué hacen con mis impuestos? En verdad, es una pregunta trampa. Porque por lo general es para justificar el recorte en el gasto social, tan importante para un país. El partido de gobierno en España ha introducido constitucionalmente el concepto de equilibrio presupuestal para frenar el déficit público que en el fondo es una operación sin anestesia contra la crisis económica. Se piensa que reduciendo a la bruta el gasto público se sanea, por arte de magia, la economía de un país [los peruanos y peruanas tenemos esa larga experiencia de las políticas de ajuste estructural que no ha generado una sociedad más equitativa ni justa]. Se añade a este potingue liberal la bajada de impuestos para favorecer a la riqueza – claro, la riqueza de los que más tienen. Craso error. Es justamente lo contrario. Los países nórdicos de larga tradición socialdemócrata, aplican la medicina de modo contrario, al margen de la crisis. Quien tiene más paga, a favor de la igualdad social, y me parece, de acuerdo con los datos, ellos no apelan a la tijera en el gasto social. Por el contrario, la solidaridad es la mejor apuesta a futuro para un país. Pero aquí en España se aplica al revés, favoreciendo a los de siempre y pagando los platos rotos los más pobres. Cuidado con esos falsos debates que al final nos llevan al abismo.