Catedrático de Diplomado de Gastronomía de la UNAP habla claro.

Lamentablemente, la desidia de las autoridades y el descuido de algunos comerciantes que dejan de lado normas de higiene al momento de vender la comida, ha conllevado a que el sector brinde una mala imagen a nuestros visitantes y a los difusores de la gastronomía.

Para Alejandro Cáceres, catedrático del Diplomado en Gastronomía de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), nuestra ciudad permanece en una especie de oscurantismo sanitario y los mercados se han convertido en focos infecciosos donde abundan los microorganismos y bacterias porque no reúnen las condiciones higiénicas adecuadas.

“Los pobladores nos hemos acostumbrado a la cochinada y no lo vemos como algo que nos llame la atención y seguimos revolcándonos en el lodo”, criticó.

“Es un problema coyuntural. El que vende no se ve obligado a cumplir normas de higiene y la autoridad tampoco impone eso de la manera adecuada. Todo está como está por esa razón”, manifestó.

El docente comentó que durante sus clases debe lidiar con este problema, puesto que los alumnos no consideran que el tema de la higiene debe ser una prioridad al momento de querer vender un plato.