Por Miguel Donayre Pinedo

La cartilla aprista parlamentaria seguramente recomienda que ante una perdida electoral tan clamorosa como las elecciones del 2011, la mejor medicina sea morir matando sino no se entiende la petición del parlamentario Vargas sobre el indulto al ex Presidente Fujimori que purga pena en la DIROES.  Esta prerrogativa constitucional seguramente estará reglada en el sistema legal peruano. Me explico, la norma regulatoria debe establecer los supuestos en lo que se procede a esta facultad del Presidente de la República [con el antecedente de Crousillat pone los pelos de punta la tramitación]. Si se cumple con los supuestos de la ley, en consecuencia, procede el indulto. Pero en un tema muy espinoso como es el caso de Fujimori donde hay de por medio violaciones a derechos humanos hay que aplicar exhaustivamente la norma y más cuando los supuestos de salud del posible indultado no revisten la gravedad que se señalan. Bajo estos supuestos y por las declaraciones del congresista aprista que está de salida del Parlamento la hipótesis más relevante es que sus afirmaciones poco responsables e inoportunas son para estar en el candelero con el único afán de llamar la atención, “ganó su minuto de gloria”, como manda el manual parlamentario de marras. Salvo mejor interpretación.

4 COMENTARIOS

  1. Creo que Augusto Vargas bien podría decirle a Miguel Donayre parafraseando a Mark Twain: «las noticias sobre mi muerte son algo prematuras». El abogado – ahora escritor- Donayre, habla de «cinco minutos de gloria» ¿Tal vez se refiere a la efímera gloria de los cinco minutos de su presentación literaria? Han sido CINCO AÑOS y no minutos los que Augusto Vargas ha estado inmerso en la lucha por legislar para mejorar la vida de los loretanos y de los peruanos en general. Con seguridad que no ha habido ningún «manual» por el que se ha guiado más que el de su propia conciencia, es decir la conciencia moral del hombre que se erige por encima de la humana ruindad y la venganza perversa, saliendo como Grau ante los marinos náufragos, ante la viuda de Pratt; como Haya de la Torre ante el agónico Leguía que lo había maltratado y exilado, a dejar constancia que el verdadero faro del hombre está en los ideales que miran hacia lo alto por encima de las miasmas de la venganza.

    • «Marco Antonio», no exagerar hombre ( o acaso eres tú el propio congresista?). Un poco más y usted le coloca no sólo un pedestal (que por supuesto, le hace falta para divisarlo un poco, pero mejor sería un banquito) sino también una corona de laurel.
      Compararlo con Haya de la Torre, es una barbaridad que roza la sobonería sin tener en cuenta las cabezas que hay de distancia entre la estatura intelectual de uno y otro.
      Todos sabemos que Alan García está utilizando como muñeco de ventrílocuo al chiquitín y éste se presta con docilidad porque también tiene sus pequeños intereses personales. Seamos francos.

  2. Señor Donayre:
    Con todo respeto, si hay alguien que quiere «estar en el candelero» es usted, que se viene hasta Iquitos para que todos sus paisanos se enteren que ha publicado una novelita de sus experiencias como español en España. Como usted dice al final de su desafortunado artículo hay un mejor parecer que el suyo sobre la propuesta PERSONAL del congresista Vargas que un mero afán de figuración, afirmación con la cual usted consigue -de seguro sin quererlo- coincidir con el señor Mulder que parece ahora tan «caviar» como usted mismo. Es una lástima que usted, que se dice humanista, se deje llevar por sus pasiones y ponga en tela de juicio los más elementales principios de respeto a los DDHH, de los cuales tanto se ufana, cuando no se trata, claro, de sus adversarios. Indultar a Fujimori, sería no solamente un acto humanitario por alguien que como se ve está en un estado lamentable por el cáncer que lo aqueja unido a su avanzada edad, sino que serviría para restañar heridas que al permanecer abiertas sólo contribuyen a que el país no pueda alcanzar una eficaz gobernabilidad. La propuesta de Augusto Vargas es muy coherente con los principios humanistas y a mismo tiempo con una lúcida vision de estadista para la mejor gobernabilidad de nuestra patria en esta encrucijada de su historia. Pero si usted se abandona al odio y al revanchismo entonces sólo da un triste ejemplo de la actitud que no debemos asumir los loretanos si queremos que nuestros hijos tengan un futuro más limpio y transparente, libre de rencores y venganzas.

  3. Puede usted indicarme señor Donayre, de donde saca usted la conclusión de que «… los supuestos de salud del posible indultado no revisten la gravedad que se señalan…»?.
    Nuevamente usted y su innegable lado izquierdo de la política demuestran que no es objetivo al emitir una opinión, para escribir (como usted lo hace) y mucho más para usar un medio de comunicación, es necesario ser objetivo, no se puede pretender ser gran defensor de la objetividad, la democracia, el derecho y honestidad por un lado, y por otro llenarnos de sus opiniones sesgadas por su odio al fujimorismo, y por ende parcializado.
    Cabe mencionar que no se trata de defender a Fujimori, de quien según mi concepto, ha sido bien y debidamente emplazado judicialmente, pues nadie puede negar que durante su gobieno se han cometido serios abusos y violaciones de derehos humanos; pero también sabemos que el problema radica en que estos procesos han sido políticamente y absurdamente manejados, convirtiéndolo en una cacería de brujas.
    Espero además que con esa «»objetividad»», usted se atreva a comentar sobre los paros de los aymaras en Puno, analizando sus antecedentes y asumiendo una posición frente a esto, creo que eso es más importante que estar comentando sobre futbol en España, como usted ya lo ha hecho antes; por favor un poco más de respeto a los lectores, aqui ya no se nos regalan espejos y cuentas a cambio de ignorancia….

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