FESTIVAL DE LA COSECHA DEL AGUAJE
En el puesto Paraíso – CHOJÓ, del caserío Picuroyacu, vive Don Mariano Arévalo Sánchez, descendiente de los Huitoto Muruy. En su pequeña morada recibió la visita de varias familias interesadas en conocer cómo se realiza la cosecha del aguaje sin talar los árboles. La actividad fue promovida por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Loreto.
En un cuaderno guarda la lista de sus antepasados que llegaron a formar las tribus. 43 jefes de familia y sus esposas huyeron de las condiciones infrahumanas a las que fueron sometidas por el cauchero Julio C. Arana en Colombia. “Nosotros no tenemos nada. Solo tenemos los apellidos de los millonarios, pero solo es eso”, resumió Arévalo.
Mientras los visitantes disfrutaban una mazamorra hecha con aguaje, Don Mariano les contó que no llegó aprender a escribir y leer. “No me siento mal, al contrario. Mi relación está aquí con la selva. Muchos me preguntan porque no tengo gallinas u otros. No ciudadanos gallinas porque no somos campesinos. Somos una tribu y cuidamos árboles”, dijo orgulloso.
En media hora hizo una demostración de la cosecha de Aguaje sin talar el árbol. Subió por lo menos diez metros Apoyado en una escalera artesanal y después con una cuerda para cortar las ramas con los frutos que fueron tomados por los visitantes.
El director de la DDC Loreto, Rolando Riva Ríos, contó que es una forma amigable de cosecha y que se debería difundir para evitar la tala innecesaria.
De acuerdo a una publicación del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) escrita por Denis Del Castillo, Erasmo Torres y Luis Freitas, en ciudades selváticas como Iquitos “se consumen aproximadamente veinte toneladas de este fruto” y son comercializadas por las llamadas aguajeras.
“Es parte de la economía local por ello es importante conocer cómo llegan estos frutos a los consumidores y los cuidados que debemos tener”, resaltó Rolando Rivas.
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