Por Miguel Donayre Pinedo
Apenas terminé la última página y fui a buscarlo, ¿Quién era Héctor Abad Gómez? Acababa de leer el libro- testimonio de hijo- novela- memorial de agravios de su hijo el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, “El olvido que seremos”. Debo confesar que he terminado con el corazón hecho hilachas. A ratos lloraba, me reía, me fastidiaba a mi mismo. Me recordaba a los idealismos de mi padre sobre la floresta. Sonia me comentaba que desde hace mucho tiempo que no me veía impresionado por una novela. He soñado con pasajes de la novela y me volvía a Medellín. Estuve en ese lugar de la violencia cruda, seguramente caminé por las mismas veredas que paseó Abad Gómez antes que lo asesinara un grupo paramilitar. Te deja el alma removida. Es un libro lleno de amor y desgarro. Un libro difícil dado quien es el personaje: tu padre. Es muy encontrar complicada la distancia óptima con tan tremendo personaje en nuestras vidas. El difícil equilibrio no se rompe, el testimonio- novela de Abad Faciolince, logra con creces esa ponderación. Aquellos que aman profundamente a su padre deben leerlo y aquellos cuya relación con él es de picos y bajos, también. El memorial de agravios está lleno de humanidad, dolor, alegría. Es uno de los mejores libros que leído sobre la violencia política en Colombia, mejor que muchos libros de Derecho o Ciencia Política. Se narra a través de la vida de un hombre comprometido con sus ideales, con su familia, con su música, consigo mismo. Se van los buenos, dice un dicho en los funerales en la península ante el fallecimiento de una buena persona. No cabe duda que este lo era.