«Un fracaso más que importa, si la vida siempre ha sido así…»
Buscando escuchar noticias aquí en el balneario de Los Órganos, región Piura, me encuentro con este viejísimo vals, que me traslada automáticamente a los años de mi niñez y a esos programas criollos de mediodía de las radios iquiteñas.
Desde el balcón de la pequeña habitación del hotel, con la mirada perdida en la inmensidad del mar, pego un suspiro y exclamo: «¡Carajo, cuánto tiempo ha pasado… y seguimos «… rodando por el mundo, con un dolor profundo que para mí es normal…».
A punta de canciones voy haciendo un inventario de cómo mi ciudad y mi región no logran hasta ahora el real despegue para el desarrollo social y sostenible. Donde el fierro y cemento es importante pero jamás lo prioritario. Y aquí estamos, ya levantándole la mano a manera de despedida a otro grupo de autoridades que van terminando su gestión sin resultados positivos.
Cuatro años donde los lamentos, llantos y quejas fueron la constante, pero también la magnificación de las obras y la exageración en el discurso de que con ellos todo es bueno y moderno. Que con ellos comienza y termina la vida. Que lo malo es culpa de los demás. Un tremendo monumento histórico a la soberbia.
«Vanidad, por tu culpa he perdido un amor, vanidad, que no puedo olvidar…»
Pero las pretensiones desmesuradas, los logros con levadura no aportan al crecimiento responsable, eso solo puede estar en la cabeza de un caudillo, pero jamás en el desempeño de una autoridad con liderazgo. Porque si no seremos y tendremos más de lo mismo. El futuro en penumbras.
«Sombras nada más entre tu vida y mi vida, sombras nada más entre tu amor y mi amor…»
Bueno, no nos queda esperar que esta película llegue a su fin y cerramos el telón. Habrá que esperar que el estreno nos traiga una mejor trama, una historia con final feliz. Ojalá así sea, porque ya estamos cansados de lo mismo, de que se presenten como los salvadores y terminen como plañideras. Que soliciten nuestros votos y nos traicionen descaradamente.
«Dame fe señor para seguir buscando la verdad, para sobrevivir en esta soledad…»
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