Cómo destruir el futuro deportivo de sus hijos
Los padres y entrenadores la tienen difícil en la tarea de guiar, acompañar, el proceso de desarrollo deportivo de nuestros hijos, un reconocido entrenador estadounidense Matt Russ resume tres principales errores de padres que generalmente cometemos. Si Ud. se encuentra emocionado con la potencial carrera deportiva de su hijo, lo invitamos a detenerse en esta lectura sobre el tema y si se encuentra haciendo cualquiera de estas tres cosas, le podemos garantizar que su hijo No va a terminar donde Ud. cree que lo hará.
- I) Imponer sus propias ambiciones sobre su hijo, los deportistas de más renombre son de padres no autoritarios, dichos padres tienen mayor comprensión al proceso de desarrollo, están íntimamente familiarizados con la larga línea de tiempo y sacrificios necesarios para llegar a la cima deportiva, ellos tienden a ser más respetuosos con los entrenadores. Los padres que nunca estuvieron en competencia como experiencia propia no saben el esfuerzo físico y mental que se requiere para ello, lo experimentan por primera vez con su hijo la cual representa una pendiente muy resbaladiza. Otros padres creen que sus hijos representa una “segunda oportunidad” para corregir errores de su pasado deportivo no tan ilustre o pensar que su hijo le sacara de la pobreza.
Lo más importante es entender que un niño preadolescente tiene tres motivaciones para participar en un deporte: Divertirse, socializar, y para complacer a los padres. Muchos niños terminan haciendo este último y casi nunca funciona mucho tiempo.
- II) Sobre-especialización demasiado pronto, un padre ansioso preocupado sobre el entrenamiento de su hijo lesionado (el médico dio tres semanas de descanso), sentía que era una situación demasiada conservadora por lo que cedería demasiado terreno al tomar este tiempo libre, el niño con 9 años de edad, padre con su propia agenda sin fijarse en la salud entera del niño, su verdadera competición seria a los 12 años.
Actualmente hay un aumento asombroso de lesiones prematuras debido a las especializaciones tempranas en una sola disciplina deportiva, entrenamientos muy duros, exigencias exageradas que pueden entrar los deportistas a un cuadro de estrés deportivo a temprana edad, lo que se debería hacer son movimientos multi-planares (salir a la calle y jugar) donde los niños juegan a plenitud sin mayor esfuerzo desarrollando sus habilidades.
III) Centrarse en un solo deporte, es algo lógico creer que cuanto más tiempo es dedicado a la formación de un deporte se convertirá en un mejor deportista, pero esta idea deja en el camino a muchos adolescentes, el desarrollo de un atleta es como abrir una puerta, donde Ud. debe tener la llave correcta que involucra a todos los interruptores de la cerradura para abrir la puerta, donde el entrenamiento es solo uno de los interruptores, No la llave. Un niño no se auto-define en un deporte hasta la adolescencia, donde disfrutan y realmente quieren tener éxito, ellos deben probar varios deportes la cual les impide quemarse en un solo deporte. Ud. debería preguntar a su hijo si quiere probar un deporte diferente, incluso insistir gentilmente para hacerlo.
Si su hijo es menor de 12 años y se encuentra en la línea lateral con palabras “campeón”, “becas”, “fenómeno”, dando vueltas en su cabeza es posible que necesita un chequeo de perspectiva. Una de las lecciones más difíciles que tendrá que aprender es que algún momento van a tener que decidir si quieren continuar en un deporte, no competir en contra de su voluntad, todo el tiempo y dinero empleado es probable que conduzcan a ninguna parte, Lo aprendido dentro de las canchas ayudará mucho en su personalidad como ciudadano, valores como la deportividad, honor, integridad física, trabajo duro y trabajo en equipo. La relación que Ud desarrolla en torno a la competencia de su hijo tendrá gran impacto en su futuro. Las decisiones que tome como padre tendrán un gran impacto en su futuro, no solo en el desarrollo deportivo, también en su salud, bienestar y ética. Seleccione Ud. inteligentemente.
Abraham Gonzales Casado
