Estás decidida a renunciar al mal hábito de dejar de fumar, para cuidar tu salud, pero también estás temerosa por ciertos mitos que surgen alrededor por querer dejar este mal hábito. Aquí te dejamos las verdades de algunos mitos.
Mito: “Si dejo de fumar, subiré de peso”
Verdad: Una vez que dejes de fumar, quizá te sientas tentado a sustituir el cigarro por comida, para aliviar la ansiedad. No caigas en la trampa y mejor entra en una dieta, aliméntate sanamente y evita que engordes y has ejercicio.
Mito: “Si dejo de fumar, la puedo pasar muy mal”
Verdad: Como cualquier adicción, se padece de síndrome de abstinencia, sin embargo, esta es temporal. Al principio puede ser difícil, pero en unas semanas desaparecerá la sensación negativa
Mito: “Los cigarrillos suaves son una opción menos nociva”
Verdad: No son menos dañinos. Pueden afectar de igual manera, además, tiene que ver cuantos cigarros consumes al día y tu manera de fumar, no sólo cuánto fumas: si das sorbos fuertes al cigarro de bajo alquitrán, sigues absorbiendo la misma nicotina que antes.
Mito: “No fumo mucho, por lo tanto, no soy adicto”
Verdad: La adicción se puede determinar por el tiempo que tarda una persona en necesitar su primer cigarrillo al día. Si tú eres adicto, necesitarás fumar uno media hora después de despertar.
Mito: “Los TRN (Tratamientos de Reemplazo de Nicotina) conllevan riesgo de sobredosis de nicotina”
Verdad: Si usas un TRN como se indica, absorberán menos nicotina que fumando cigarrillos.
Mito: “No tengo fuerza de voluntad”
Verdad: Dejar de fumar no depende de varias razones para dejar de hacerlo o de saber cómo hacerlo. Como muchos otros hábitos es prueba y error hasta que nuestro cuerpo se acostumbra. Probablemente puedas tener una recaída pero si tu objetivo es dejarlo lo puedes hacer.