[CANSADOS DE APARICIÓN EN LA CARRETERA].
Se conoció además que el alma de la mujer de la carretera Iquitos-Nauta continua apareciendo algunas noches y motocarristas ya no quieren transitar por la zona por el temor que sus almas sean llevados al más allá.
La escalofriante historia de la mujer en la carretera que generó días después el fallecimiento de Antonio Soria Navarro (31), el supuesto acompañante de la joven Azucena ahora un sin número de personas llegan por las noches buscando el nicho de aquella mujer con finalidades diversas. Así lo denunciaron los pobladores del asentamiento humano Las Brisas, ubicado en las inmediaciones del kilómetro 7 y medio de la carretera Iquitos – Nauta, donde descansan los restos de la afamada mujer, quien según relatos de los vecinos falleció hace más de dos años víctima de un accidente de tránsito.
Por tal motivo la madrugada de ayer los pobladores de este populoso sector llamaron a la central de riesgo de Serenazgo de San Juan Bautista, cuyos agentes se trasladaron a lo alejado del lugar para constatar la denuncia. “Nos avisaron que un grupo de personas estaba buscando el nicho de Azucena y por ello los pobladores tenían temor de que se trate de profanadores de tumbas o gente inescrupulosa que luego vende los cadáveres. Al parecer la gente guiada por la curiosidad trata de llevarse algún recuerdo de lo que ahora se ha convertido en leyenda”, refirió uno de los serenos. Con la llegada de un equipo periodístico de la capital y todo el alboroto que se armó por dicho tema la curiosidad e interese desproporcionado generó interés de personas distintas. (M. Lizarzaburu)
