Todos en alguna etapa de nuestra vida hemos sufrido por amor, y no necesariamente por no ser correspondidos por la persona que amamos. En ocasiones las relaciones que tienen que terminar aunque aún exista mucho amor entre los involucrados, ya que tal vez la comunicación no está siendo la más adecuada o se ha entrado en una dinámica que no es sana para ninguna de las dos partes. En esos casos, cortar por lo sano siempre será lo mejor, pero el hecho de que aún exista amor puede volver este proceso más complicado, y ocasionar que ambas partes quieran volver a estar juntas en algún momento, pero ¿cómo saber si esto es lo más conveniente?

A continuación te presentamos 5 signos de que una relación terminada todavía puede arreglarse:

  1. Todavía hay amor

Sin importar cuáles son los motivos por los que terminaron, si aún se aman, ambos han trabajado en su crecimiento personal y se han perdonado, aún existen posibilidades de salvar la relación. Es posible solucionar cualquier conflicto cuando existe amor por parte de ambos.

  1. Ambas partes aceptan su responsabilidad en la crisis

Si una de las partes culpa a la otra de todo lo que no funcionó en la relación y no asume su responsabilidad al respecto, será difícil que la relación puede salir a flote, porque los reproches seguirán a la orden del día.

  1. Siguen siendo un equipo

Si saben cómo dialogar y solucionar problemas en pareja pueden salvar la relación, sin importar los conflictos que hayan atravesado en el pasado. Recuerda que la comunicación es la base de cualquier relación.

  1. Sus seres queridos los entienden y apoyan

Tu familia y amigos conocen lo que es mejor para ti y siempre aceptarán a cualquier galán que te trate bien y te respete. Así que si tu pareja tiene estas cualidades y aún existe amor entre ustedes, te podemos asegurar que nadie se opondrá a su relación.

  1. Ambos están dispuestos a hacer algo para que funcione

No basta con extrañar a una persona y desear que vuelva a estar a nuestro lado y que la relación esta vez sí funcione, hay que hacer algo para que las cosas sean diferentes esta vez.