Mientras el gobernador y la alcaldesa –en una coincidencia que ya se quisiera para temas urgentes e importantes- financian campañas con insultos a quienes consideran sus enemigos las cifras sobre educación en Loreto y Maynas son alarmantes. Más que eso, ambas autoridades han perdido la oportunidad de emprender una reforma educativa que vislumbre una luz al final del túnel. Fernando y Adela, hoy compiten por quién paga más a operadores dedicados a colocar pancartas contra otras autoridades en la típica actitud de quien ve la paja en el ojo ajeno y no se da cuenta de la tremenda viga que tiene en el propio. Si ellos creen que el estiércol les fortalece y robustece que sigan ese camino pero los que aspiramos a una sociedad un poquito mejor estamos en la obligación de discernir entre lo urgente e importante.

Hace algunas semanas la ministra de Educación, Marilú Martens, ha salido a diversos medios a informar sobre los resultados de la ECE 2016 y en verdad de todo el Perú, la región Loreto es la que está peor. Y como análisis de esa situación la ministra ha dicho que se debe al difícil acceso y que Loreto requiere un tratamiento especial. Si esperamos que el Ministerio de Educación implemente ese tratamiento no avanzaremos nada. Tenemos que empezar desde la misma región una verdadera campaña revolucionaria en la educación.

Pues provoca envidia sana comprobar que las regiones que se encuentran entre las de mayor índice de pobreza, como Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, obtuvieron mejoras significativas, pues los estudiantes pudieron resolver sin dificultad los ejercicios de la prueba ECE. Ayacucho consiguió un incremento de 18.5% en el nivel satisfactorio, al pasar de 30.1% en el 2015 a 48.6% en el 2016. Huancavelica tuvo un aumento de 17.6%: en el 2015 alcanzó 22.9%, mientras que en el 2016 obtuvo 40.5%. En tanto, en Apurímac se pasó de 17.6% a 35.1% de un año a otro. La ECE 2016 precisa también que Tacna, Moquegua, Ayacucho, Callao y Huancavelica tienen los mejores resultados en matemática. «Es más, Apurímac está por encima de los logros de Lima. Esto refleja el trabajo entre el MINEDU, los gobiernos regionales, los directores y docentes», dijo en esa oportunidad Marilú Martens. En lectura siguen liderando la lista Tacna y Moquegua, Callao, Arequipa y Lima. En tanto, al final se ubican las regiones de Ucayali y Loreto.

¿Por qué no se emprende una política educativa en Loreto o en Maynas donde no se priorice el cemento? No hay voluntad política y carecemos de autoridades que piensen en el largo plazo. Ésa es la verdad. ¿Alguien sabe de un proyecto auténtico en la región o provincia que tenga por objetivo mejorar la comprensión lectora? Para las dos autoridades más importantes de la región construir colegios es prioritario y no formar ciudadanos. Ni siquiera las cifras oficiales los sensibilizan. Es decir, no saben lo urgente e importante y creen que la alianza público privada es para levantar paredes y no formar ciudadanos.

Bastaría que las autoridades estén conscientes de su rol. Es decir, crear “ciudadanos responsables y con espíritu crítico”, como no se cansa de repetir Mario Vargas Llosa. Para que esos ciudadanos emerjan se tiene que emprender una campaña agresiva para que los escolares y jóvenes lean más. Eso, “estimula la imaginación, agudiza extraordinariamente la sensibilidad y desarrolla el espíritu crítico”. Los jóvenes no leen ni un libro completo al año y las autoridades cotidianamente nos convencen que son producto de esas deficiencias y no hacen nada para que los del futuro no tengan esas mismas características.