El principal funcionario del Gobierno Regional de Loreto en Infraestructura, Jorge Cajusol, sin que le frunciera la ceja dijo ante las cámaras del programa «En directo» que conduce Nancy Alarcón, que las fisuras y/ rajaduras que se notaban en las paredes del centro de salud de Tamshiyacu en el distrito de Fernando Lores, no eran tal y que habían sido producidas por un plumón que manos extrañas manejaban.

La principal autoridad de la provincia de Maynas, Adela Jiménez, sin que le temblara la voz explicó al reportero de Proycontra Noticias TV, Salvador Lavado, que las fisuras y/o rajaduras que se puede notar en varios lugares de la Plaza 28 de Julio fueron producidas por manos extrañas que, comba en mano, llegaron al lugar a destruir la obra que con tanto sacrificio ella había planificado.

El gobernador de Loreto, Fernando Meléndez Celis, en declaraciones a la reportera del diario «La región», Diana López, aseguró que el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczinski, llegaría el viernes 3 de febrero a Iquitos para tratar varios temas y supervisar obras debido al gran cariño y amor que tiene a los loretanos. Llegado el día solo estuvo un ministro y las palabras de la principal autoridad de la región no solo fueron demagógicas sino falsas y él ni siquiera tuvo la delicadeza de disculparse por el anuncio y la ausencia de PPK.

Lo antes escrito refleja varias cosas. Fundamentalmente, una falta de respeto a la ciudadanía y una carencia total de sentido común y, más bien, un desprecio a la racionalidad y apego a la realidad. Cajusol debería irse del cargo. Porque un profesional que tiene el encargo de ejecutar las obras de infraestructura en la región y supervisarlas para que se hagan bien no puede decir semejante estupidez y, además, continuar en el puesto. En otro lugar eso sucedería inmediatamente pero en Iquitos no. La señora Jiménez sabe que la obra en la Plaza 28 de Julio está mal hecha y peor diseñada y quiere hacernos creer que combas extrañas la han dañado cuando la única comba que se percibe es aquella que al parecer ha perjudicado el sentido común que deberían mostrar ella y sus funcionarios. Fernando Meléndez no es la primera vez que apela a la demagogia para aparecer como muy cercano a PPK y es seguro que no será la última.

Ante los hechos aquí descritos sólo queda el periodismo de vocación para no contagiarnos de la enajenación que impregna por estos días a las autoridades y funcionarios públicos. Lo lamentable de todo esto es que la mayoría de autoridades creen que contratando bustoparlantes o pedestales efímeros podrán convertir en verdades sus mentiras y apelando al insulto hacia los mensajeros creen que opacaran el mensaje. Felizmente siempre seremos mayoría los que mantengamos el sentido común.