El infinito viajar de sus padres hizo de Ofelia Irene Grabowski Edery naciera en Iquitos un 10 de septiembre de 1936. De acuerdo a los comentarios recibidos en mi blog algunas personas cuentan que el rumor, muy conocido que adquiere visos de verdad, que ella había nacido en la ciudad de Contamana. Esa confusión del lugar de nacimiento de Ofelia nos dice mucho de su condición de nómade. Estaba en su ADN. Lo importante es que ella nació en un lugar de la floresta, es el punto de inicio que como sabemos es accidental, salvo para los atufados de nacionalismos. Sus padres provienen de correosas ramas judías. De un lado, la askenazí de su padre, un polaco judío. Y de su madre, de raíces sefarditas, de unos franceses emigrados a Tánger (esta información una pariente de Ofelia, generosamente, también me hizo llegar al blog). Por ambos lados de la familia, el viaje ha sido una constante en esta actriz peruana. Como sabemos, Ofelia cambió artísticamente al nombre de Ofelia Montesco. Sí miramos visualmente la vida de esta bella donna della foresta observamos que ha sido un continuo viajar. De Iquitos o Contamana, que le da más vuelo poético esta última, una chica nacida a las orillas del río Ucayali, ¿una joya perdida en la espesura del monte?, su viaje de los montes a la Ciudad de México, a una megalópolis. No a una ciudad cualquiera, ni para ejercer cualquier oficio o profesión. Su salto fue para ser actriz en la meca de oro del cine latinoamericano en ese entonces. No era un objetivo cualquiera. Y lo consiguió con brillo propio. Primero, con roles donde aparecía por segundos. Son memorables los segundos en un ascensor con Mario Moreno “Cantinflas” en “Sube y baja”. O su actuación en “El ángel exterminador” de Luis Buñuel, junto con actrices de la talla de Silvia Pinal, Jacqueline Andere o Rita Macedo (ex mujer de Carlos Fuentes), “Juan sin miedo”. Ella consiguió ser una relevante actriz como lo demuestra su extensa filmografía. Ofelia fue una viajera de estos tiempos que no sale para volver al lugar donde nació como Odiseo, un viajero clásico que vuelve al origen. Ella sale para conocer y perderse en el amplio mundo. Este diez de septiembre cumpliría ochenta y un años.

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