Se considera que una pareja tiene problemas de fertilidad si después de un año de mantener relaciones sexuales en forma regular y sin anticonceptivos no tiene éxito en lograr el embarazo buscado. Hace ya un tiempo que los médicos recomiendan corregir ciertos malos hábitos. Por ejemplo: el cigarrillo, el alcohol, las drogas y el estrés perjudican la fertilidad.  Por lo tanto, si estás pensando en ser mamá deberías considerar en hacer ciertos cambios, solo así el problema desaparecerá.

-Comida rápida: En la actualidad, existe un gran número de empresas de comida rápida y procesada. Si somos clientes habituales de estos establecimientos, deberíamos plantearnos reducir las visitas. Una falta de nutrientes provenientes de productos frescos, tales como frutas, verduras y proteínas magras; puede relacionarse con problemas de fertilidad. Una dieta equilibrada ayudará a mantener nuestro cuerpo sano. Una alimentación saludable puede ser la clave para solucionar gran parte de nuestros problemas de salud.

-Fumar: Todos sabemos que fumar es dañino.  El 13% de  casos de infertilidad son causados por el consumo habitual de tabaco. Fumar cinco cigarrillos al día se ha asociado con menores tasas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres.

-Sobrepeso o extrema delgadez: Cuando hay extrema delgadez los períodos menstruales pueden ser irregulares o ausentes, por lo tanto, la posibilidad de quedar embarazada es baja. Lo mismo sucede con el exceso de peso, pues este provoca ciertos cambios hormonales que pueden afectar a la ovulación de la mujer y a la producción de semen en el hombre.  En estos casos las probabilidades de embarazo se verían reducidas. Por tanto, incluir el ejercicio físico en nuestra rutina diaria y controlar la ingesta de comida, evitará el sobrepeso o ayudará a perder esos kilos de más.

-Cafeína: Las mujeres que toman café u otros productos con cafeína, tardan mucho más en quedar embarazadas. El consumo de cafeína  afecta la fertilidad. La cafeína también se encuentra en el té, refrescos de cola y chocolate, por lo tanto deberíamos reducir el consumo de este tipo de alimentos. Es muy importante hacer hincapié en mejorar los hábitos alimentarios, así se evitaría gastos en tratamientos costosos. Pero, ¿Cuáles son los tratamientos adecuados? Primero, prevención: llevar unos hábitos sanos. Segundo, la desintoxicación: extraer del cuerpo esos factores tóxicos y agresivos. Y como última instancia, están los tratamientos de fertilidad: como la inseminación y en casos severos, la fecundación in vitro.