Watergate y el odio

“Siempre recuerden que otros pueden odiarte, pero ellos no ganan nada a menos que tú los odies, y entonces te destruirás a ti mismo”. Esta frase fue pronunciada por el Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, el día que tuvo que dimitir al cargo de una de las naciones más importantes del hemisferio porque el escándalo conocido como “Watergate” amenazaba ya no sólo la permanencia de uno de los mejores oradores de la política mundial sino el propio sistema norteamericano.

En estos tiempos en que la política regional ha alcanzado niveles terribles de bajeza, odio, envidia y cierta dosis de rencor mezclado todo ello con mediocridad e ignorancia es bueno recordar que hace 40 años – el 9 de agosto para ser exactos- la dimisión del presidente Nixon tras la crisis de Watergate –como bien recordaba una publicación nacional- “quebró la confianza del pueblo norteamericano en su gobierno y desde aquella vez política y periodismo no volvieron a ser los mismos”.

Todo ello viene a cobrar actualidad en estos días debido a que el candidato Fernando Meléndez Celis –cuyos integrantes de su familia ha estado en algunas oportunidades prófuga de la justicia y en otras oportunidades encarcelada- ha basado su campaña en la contratación de gente que se ha dedicado a lanzar insultos de la peor calaña a través de los medios de comunicación que él financia con dinero que aún no puede explicar el origen. Y, como bien señala Héctor Tintaya en la columna semanal que publica en este diario, lo que debería preocupar a todos es que uno si mantiene y el otro si obtiene la Presidencia del Gobierno Regional de Loreto lo hará en medio de una crisis de legitimidad y gobernabilidad que perjudicará a todos.

Periodismo y política siempre serán protagonistas. Más aún en períodos electorales. Eso se comprueba en los titulares de los diarios limeños y loretanos. Pero el periodismo siempre anteponiendo la veracidad y la política siempre buscando el bien común. Sin embargo, los defensores de la candidatura de quien hace solamente trece años era protagonista y blanco de los peores ataques porque su suegro le había colocado en la estratégica área de Logística de una de las entidades más cuestionadas, hacen con otros lo que en su momento hicieron contra Cirilo Torres Pinchi y su esposa. No se sabe en qué momento y qué personajes de su entorno convencieron a Meléndez, que esa prensa que cree que con diatribas e insensateces saboreará triunfos. Y tienen esa creencia porque tanto el candidato aludido como los contratados creen que el mundo comienza y termina con ellos y que el periodismo no está pegado a la vocación. Cuando si solo leyeran la historia de Watergate y la biografía de Nixon comprenderían que “otros pueden odiarte, pero ellos no ganan nada a menos que tú los odies, y entonces te destruirás a ti mismo”.