*GTANW exige equipar centros de salud y capacitar a personal para atender a población wampís con COVID-19
Mediante una carta dirigida a la Presidencia de la República, el Ministerio de Salud, Defensoría del Pueblo y los Gobiernos Regionales de Amazonas y Loreto, autoridades del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís exigieron que se implemente adecuadamente las redes de salud de Condorcanqui y Datem del Marañón.
En la carta indicaron que los puestos de salud están desabastecidos y que, a la fecha, no hay ninguna brigada de contingencia para atender los casos de COVID-19 en territorio wampís. Según información de la Dirección Regional de Salud de Amazonas, en el Distrito del Río Santiago hay registrados 20 casos; mientras que, hasta el 30 de junio, en el Distrito de Morona, había registrado 30 casos.
La situación es preocupante ya que, además de la rapidez del incremento de casos, los centros de salud más cercanos donde la población se podría atender se encuentran en Santa María de Nieva y en San Lorenzo, a varias horas de distancia por río de las comunidades wampís. Por eso, las autoridades proponen que se implementen dos brigadas de salud para cada cuenca (Santiago y Morona), en coordinación con el GTANW, para garantizar el acceso de toda la población wampís a una atención adecuada y pertinente.
En la carta las autoridades listan otras acciones de intervención requeridas, como la capacitación al personal de salud, abastecimiento de medicamentos, atención de emergencias, tamizaje y capacitación de las comunidades sobre el protocolo a seguir con las personas fallecidas por COVID-19.
El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís es una de las instituciones indígenas amazónicas que tempranamente implementó medidas para controlar la propagación del Sars-cov-2 en su territorio. Sus acciones tempranas consistieron en el cierre de fronteras, implementación de comités de vigilancia con el Ejército Peruano, y la conformación de una Comisión Multisectorial en el Río Santiago para coordinar acciones con pertinencia cultural en la zona. Sin embargo, el Gobierno Central falló tanto en escuchar las demandas de las propias instituciones distritales y provinciales, y al implementar tardíamente y sin coordinación con las instituciones indígenas de base el Plan de Intervención en Comunidades Indígenas.
La falta de diálogo y coordinación de parte del Ministerio de Cultura y la crisis de corrupción por la que atraviesa la institución jugaron en contra de los pueblos indígenas, por cuyo derecho a la salud debió velar el Viceministerio de Interculturalidad. El incremento repentino de casos en el río Santiago y Morona coincide con el pago, hace dos semanas, del programa estatal Juntos, para el cual muchas cabezas de familia acudieron a las ciudades donde se realizaron estos pagos. El Gobierno Central, evidentemente, carece de una mirada intercultural y descentralizada para abordar la pandemia a nivel nacional.
Las autoridades wampís esperan que esta vez el gobierno y sus instituciones los escuchen y coordinen con ellos estas acciones urgentes, antes de que un etnocidio pese sobre sus cabezas.