Altos niveles de vitamina D contribuyen a reducir la presión arterial sistólica y los índices de hipertensión, según una investigación británica publicada hoy en la revista especializada The Lancet.
El estudio, financiado por la Fundación Británica del Corazón y el Consejo de Investigación Médica de Reino Unido, refiere que niveles sistémicos de vitamina D han sido asociados a una variedad de estados de enfermedad, incluidos padecimientos cardiovasculares e hipertensión.
Científicos británicos exploraron el efecto de la suplementación de vitamina D sobre pacientes cardiovasculares y los resultados fueron mixtos, pero sí confirmaron un impacto positivo de la vitamina D en la hipertensión.
Los autores del estudio utilizaron un enfoque genético para explorar la asociación de esta vitamina con la presión arterial alta, su causa y efecto, en una población de estudio grande de cerca de 100 mil personas de origen europeo.
Los investigadores realizaron 35 estudios a su población en estudio y encontraron que en los pacientes con menores niveles de vitamina D, la presión arterial era más alta, mientras más baja en aquellos que ingirieron el suplemento o estaban expuestos a la luz solar.
Concluyeron que, en comparación con otros tratamientos para reducir la presión arterial alta, la suplementación con vitamina D es una alternativa menos costosa y con menos riesgos de efectos secundarios, por lo que “es una opción buena y deseable para médicos y pacientes”.
Destacaron que es importante contar con niveles adecuados de vitamina D, ya que la deficiencia puede causar síntomas tales como cansancio, dolor y malestar general, y, si es más grave, raquitismo en niños y osteomalacia en los adultos.