Viejos

Usted, lector de esta sección, alguna vez habrá escuchado eso que repiten aquellos que son enrostrados como viejos: “viejo es el mar y sigue moviéndose”. Y si insiste en su impertinencia el interlocutor agregará: “viejo es el sol y sigue calentando”. Y hay más. Pero ahí paramos para trasladarnos a La Habana, Cuba, lugar en el que hemos estado por once días con diez noches con el poeta Percy Vílchez Vela y donde lo viejo es sinónimo de contemporaneidad.

¿Para qué fueron creados los ascensores? ¿Para qué fueron fabricados los automóviles? El primero para ascender y descender con un peso determinado y, el segundo para trasladar de un lugar a otro a un determinado número de personas. Así de simple. Basta con que cumpla su función principal. Vale decir, de nada sirve un ascensor con televisor de última generación y con publicidad virtual si es que –por falta de energía eléctrica o por que se averió el sistema computarizado- no puede cumplir lo fundamental: bajar y subir personas. También vale decir que de nada sirve un auto con sistema de refrigeración sectorizado y cámaras inteligentes que indican al chofer hasta donde avanzar en retroceso- si es que no tiene el combustible necesario para llevar de un lado a otro a los individuos. Basta que se cumpla la función fundamental para que lo demás sea accesorio. Y solo la exigencia de un consumismo envolvente y despiadado puede considerar que lo accesorio es primordial. Eso nos vende la publicidad del otro mundo. Y nosotros, paternalmente, caemos en el paternalismo de seguirle el juego sabiendo que van por el camino equivocado.

En La Habana un edificio ubicado en un barrio modesto tiene un ascensor cuyo año de fabricación es 1957. A veces falla el sistema eléctrico. Pero inmediatamente un técnico llega al lugar y lo soluciona. Sube y baja, sin cansancio. Según algunos entendidos existen por lo menos tres mil ascensores de ese año de fabricación. Y, también según los entendidos, por todo Cuba circulan por lo menos cinco mil automóviles cuyo año de fabricación oscila entre 1950 y 1960. Y todos cumplen su función. A las pruebas nos remitimos.

 

1 COMENTARIO

Los comentarios están cerrados.