Más allá de las celebraciones fiesteras justas y necesarias, periodísticamente se puede decir que entre lo viejo y nuevo que representa el último y primer día de cada año lo que conviene analizar es lo vivido tanto en lo personal como en lo profesional. Sumas y restas que le llaman. Ventajas y desventajas que le dicen. Pasivo y activo, si lo prefieren.
Descontento con lo andado o, si les gusta, desconcertado con el desenlace de las cosas. Por eso quiero despedir este año apelando a las frases de un líder tremendo y, ojalá, su pensamiento me ilumine en todo el próximo año.
Si me piden, por ejemplo, que señale el fallecimiento que marcó este año 2013, sin lugar a dudas lo de Nelson Mandela. Por lo que es y será colectiva y mundialmente. Su obra ya es eterna. Como lo fue su entrega a las causas de los demás. Su comprensión de la realidad y la forma en que la enfrentó y superó. Tanto su reclusión de 27 años como su aporte para que sus hermanos de sangre y raza entendieran que no se puede vivir odiando eternamente. Mandela pasó a la eternidad porque entendió como ninguno que hay que ceder por un fin supremo. Si tuviéramos líderes de la categoría de Madiba en la región otra sería nuestra realidad. Fue sólo cinco años presidente de Sudáfrica y le bastó para dar lecciones eternas. Más tiempo estuvo en prisión que en el poder. Murió a los 95 años y sus frases siempre serán motivo de consulta.
“Tenía cáncer de próstata y lo comenté con mis amigos en la cárcel. Mirad – dije – creo que mejor lo anunciaré públicamente yo mismo, porque si voy al médico la gente empezará a murmurar: ¿Sabías que Mandela tiene cáncer?”
“Estoy seguro de que si voy al cielo me dirán, ¿quién eres? Yo diré: Bueno, soy Madiba. ¿De Qunu? Yo diré: Sí. Entonces ellos me dirán: ¿Cómo pretendes entrar aquí con todos tus pecados? Me dirán: Márchate, por favor, llama a las puertas del infierno, puede que allí te acepten”.
“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”.
“La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”.
Con estas dos frases cierro: “Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos”. Y piensen –o pensemos- en esta última: “Si hay que decepcionar a alguien, cuanto antes mejor”. Grande Madiba, grande.