Y cerrando las ventanas. La protesta social que en un momento parecía que sólo se trataba de un coletazo más en la provincia de Islay y en el Valle del Tambo, ahora se ha trasladado a toda la región sur (Aymaras han reforzado las cuadrillas de los famosos Espartanos) y ya se anuncian que grupos de Cajamarca que en su momento se opusieron a Conga también acompañarán la lucha contra Tía María. Es decir, se ha nacionalizado la protesta, aunque en medios capitalinos, esta información sólo sea colateral.
Y como todo indica que este proyecto se caerá más temprano que tarde, el gobierno sufrirá su segunda gran estocada a un año de terminar su gestión. El primer batacazo que tuvo con Conga no había sido suficiente para un gobierno que, en líneas generales y con ciertas tímidas reformas, hacía cosas interesantes. Tía María será, todo indica, la gran muralla que tendrá como resultado final de un gobierno que nunca obligó a una empresa con serios cuestionamientos, que sea más proactiva en temas de licencia social.
Pero a diferencia de lo que ha pasado en otros lugares donde la protesta por cansancio y lejanía ha pasado desapercibido aquí puede suceder lo contrario. Esta movilización que arrancó tenue, mínima ha ido creciendo de manera sostenida y peligrosa para lo que el gobierno entiende por recobrar el estado de derecho. Lo peor para ellos es que la protesta cada vez más tiene rostro juvenil y lo que se pensaba en esta presunta relación del audio donde un dirigente vendía la huelga iba a debilitar la protesta parece haberse convertido en todo lo contrario.
Al parecer los jóvenes estudiantes han tomado la posta y están haciendo suya la movilización y han reconocido que un dirigente o tres, no encabezan la indignación y le están respondiendo al gobierno con una seria posición que no sólo va traer consecuencias antimineras sino le va generar una crisis de representatividad del nacionalismo en general en el sur del país, no del nacionalismo del cual se pintó este gobierno, sino de la franja izquierda en general.
Con varios muertos a cuestas y decepciones electorales transversales en el discurso de los que protestan la cancha está abierta para candidatos de un solo sector. La derecha tiene tal vez la primera opción como nunca antes. Lamentablemente es una derecha a la medida, peso y valor monetario de PPK, si esto es así, apaguen las luces y vámonos.
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