Un reciente recorrido por el río Itaya puso de manifiesto graves problemas en el acceso a los puertos de la ciudad debido a la vaciante del río. Un equipo de Pro y Contra, inició el viaje desde la empresa Transportes Eduardo, evidenciando que el agua descendió considerablemente, dejando áreas secas y dificultando el tránsito de embarcaciones. La disminución del nivel del agua crea obstáculos, con embarcaciones estancadas y falta de coordinación en el tráfico fluvial.
Durante el recorrido, se observó que Capitanía, encargada de la regulación y seguridad en el río, no estaba cumpliendo adecuadamente con su función. Se encontraron embarcaciones navegando sin chalecos salvavidas y con permisos de zarpe vencidos, lo que demuestra una deficiencia en el control y la supervisión. A pesar de la presencia de las embarcaciones de Capitanía, estas parecían inactivas, contribuyendo al caos y dejando sin respuesta a las necesidades de regulación de la navegación.
El recorrido también reveló problemas, como la obstrucción del canal por embarcaciones varadas y la escasez de alimentos en la ciudad. La dificultad para navegar llevó a un incremento en los costos operativos y retrasos en el suministro de productos esenciales. La situación en el río Itaya sigue siendo crítica, y evidencia la necesidad de mejorar el control y la gestión de las rutas fluviales.
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