* Conmovedor relato de Claudia Urrunaga, quien vivió en carne propia el drama que atraviesan los trabajadores del Seguro Social que batallan a diario, pero no cuentan con las suficientes herramientas para luchar contra la Covid-19.

Para nadie es ajena la realidad que vivimos a raíz de la Pandemia, muchos son los testimonios de personas que van perdiendo un familiar o amigo producto de la Covid-19. A continuación el testimonio de Claudia Urrunaga contrastada con lo que viene ocurriendo en distintos puntos del Perú. 

«Estoy muy triste al ver que las autoridades no se prepararon para la segunda ola. Por pensar de donde sacar dinero para beneficio propio. Essalud colapsado».
En parte de su testimonio, la mujer cuenta que el Hospital Regional está mejor implementado con oxígeno, pero no reciben pacientes de Essalud. 

«Es muy triste. Essalud tiene dinero de todos los asegurados y está colapsado. Yo he sido testigo, a mí nadie me contó. Yo fui con mi mamita a las 12 de la madrugada y me dijeron, traiga su mecedora, oxígeno y medicamentos. Y es asegurada de toda la vida y nunca utilizó el seguro. Yo pienso. Solo se necesita sentido común para prever todo».

Claudia Urrunaga, quien llevó a su progenitora al Seguro Social, vivió en carne propia el calvario que padecen a diario médicos, enfermeras, técnicos y demás personal que hacen lo que pueden y que lamentablemente no cuentan con ambientes para recibir pacientes.
«Que pueden hacer. Nada. Ellos también sufren. Por eso meditando digo. Esas autoridades deberían tener miedo a morir, porque la justicia de Dios es poderosa y nadie quien hizo el mal, se salvará. Dios les puso a las autoridades para ayudar, para servir y si no cambian, esto seguirá y seguirá y Dios esperará a que cambiemos, si no nunca habrá cura para toda esta desgracia».

Ya para culminar su triste relato, señala «el que no tiene dinero, simplemente muere, así de triste nuestra realidad. Es una guerra sin cuartel».