Uruguay con tanta eficacia como convencimiento, desnudó los problemas de la Selección Rusa y logró una cómoda victoria que le envía a Sochi, donde jugará los octavos de final como líder del grupo A.

Todo cambió en el partido decisivo. Si en los dos primeros encuentros Rusia se había envuelto en goles para provocar la euforia de la afición y Uruguay había despertado dudas por sus problemas para anotar, en el momento de la verdad ‘La Celeste’ hizo una exhibición de jerarquía, dominó todas las facetas del juego y sentenció la victoria en la primera parte, ante un rival que acude a los octavos preocupado por su escasa solvencia.

Fue solvente Sebastián Coates, sustituto de José María Giménez, Nandez aburrió a Denis Cheryshev, de Diego Laxalt partió el segundo gol y Lucas Torreira mandó en el centro del campo. Pero todo empezó con Luis Suárez. El barcelonista, muy criticado en el debut, ha recuperado el instinto asesino. A los 10 minutos, dispuso de un libre directo al borde del área, lo aprovechó y, desde ese momento, ya le fue todo de cara, con la anfitriona angustiada.