Algunos lectores me acusan de ser un poco “confrontacional” en las publicaciones que realizo por este medio; y la verdad, si así le llaman a ser franco, directo y honesto, pues qué le vamos a hacer; pero sobre todo trato de no ser sumiso, tampoco llegó a la agresividad; intento ser en lo posible asertivo. Dicen que a los “columnistas de opinión” alguien los nombró los seductores del intelecto….me gusta; ahora me doy cuenta del porque…voy a ser conciso….funciona así: Si un pueblo tiene 100 habitantes y la mitad más uno…es decir mínimo 51 personas, representa la mayoría , y estos tienen dentro de si valores de irresponsabilidad, deshonestidad, robo, violencia, etc, etc…justamente sus gobernantes en conjunto tendrán esos mismos valores inherentes, si se trata de una ley …así funciona aquí y en todas partes…(al menos según mi experiencia esto es real…R E A L.)…No quepan gobernantes justos donde el pueblo en su mayoría maneja internamente valores contrarios. Capicci?….Ahora, “SI” hacemos parte de la mayoría?…eso es lo más objetivo que algún hombre o mujer podría darse cuenta y para eso se necesita empezar a DESPERTAR CONSCIENCIA….. Por ahora es como si jugáramos a lanzar los dados para sacar el próximo salvador!…Nos gobierna el resultado del azar y la indiferencia permanente, (a mí no me gusta la política) Disculpen pero la actual linda con la mediocridad y falta de educación; pero lo que en mi columna hago, me permite formar parte de los ciudadanos con criterio propio y me da una sensación de alivio al no ser parte de la manada (mayoría actual).
Esto me trae a colación mi artículo del lunes pasado en la redes sociales, algunos “Trols” sembrados y escondidos bajo seudónimos, apodos, alias, apelativos, motes y nombres falsos; que defienden intereses políticos de los gobernantes de turno sean estos del GOREL y/o Municipalidades, una vez más le dan a la cantaleta de nombrarme “defensor del reintegro Tributario”, no voy a negar en esta tribuna que en mi condición de presidente de la CCITL, el año pasado me tocó defender los beneficios tributarios de nuestra región ante la propuesta mezquina y miope del “Congreso Fujimorista”, que aprobó por mayoría e insistencia la “Ley N° 30879”; por demás pésimamente llamada “LEY DE PROMOCIÓN DE LA INVERSIÓN Y DESARROLLO DEL DEPARTAMENTO DE LORETO”. A propuesta del congresista loretano Juan Carlos Del Águila Cárdenas, y encima se ufana de tremenda metida de pata patrocinada por el Premier Cesar Villanueva, quienes eliminaron dos beneficios tributarios de un solo golpe (Reintegro tributario y Exoneración del IGV a las importaciones). Ello sin que existiera un estudio técnico que respaldase esta medida y mucho menos tomaron en cuenta un plan de contingencia para mitigar su efecto en la población en el corto plazo. Esta norma entró en vigencia a partir del 1ro de enero de este año; y ya no había más que hacer, como todo buen ciudadano acato la ley me guste o no. Inclusive en alguna oportunidad me planteé la posibilidad de poder estar equivocado y que esta ley pueda generar algún beneficio real para Loreto. Simplemente me puse a observar el comportamiento del mercado en nuestra región y en que se utilizaría los fondos del fideicomiso que en teoría debía generar un círculo virtuoso de dinamismo para nuestra ya alicaída economía. Nada más lejos de nuestra cruda realidad.
Al cabo de 8 meses y medio que lleva este año, lamento tener que decirles que: No me equivoqué; nuestra economía está casi paralizada y peor que antes, no existe inversión de la actividad privada de ningún tipo, al contrario muchas empresas si no dejaron la región están considerarlo hacerlo en el corto plazo, el empleo se degradó a niveles nunca antes visto. Más del 60% de la población de Iquitos no puede acceder a una canasta básica medianamente decente. Y esto se debe al fuerte incremento dado en el primer semestre en bienes y servicios en general; por ejemplo : el transporte público subió 50%, el cine 50%, el chifa 40%, hasta el pollo a la brasa 35%, el plátano 35%, la yuca 25%, el aguaje 40%, la piña 35%, la papaya 30%, el huevo 25%, verduras y frutas oriundas de la región en general 20%; y los productos que son abastecidos desde la Costa Central, Sierra Central, Sierra Sur y Selva Norte, como el arroz, menestras, papa, zanahoria, cebolla, verduras y frutas en general “NO” oriundas subieron en promedio entre 30% a 45%. Todos estos bienes y servicios tienen algo en común, ninguno gozaba del famoso “Reintegro Tributario”…¿quien explica lo que sucedió en el mercado de Loreto?…¿y el daño irreparable en sobre-precios que tiene que pagar el ciudadano de a pie?…No hubo especulación, acaparamiento, ni nada que se le parezca. En este punto quisiera recordarles que vivimos en un “libre mercado” y los precios de los bienes y servicios son establecidos por la oferta y la demanda; aquí bien se podría aplicar la metáfora de “Smith” sobre “la mano invisible”. Los productos aumentan en la medida en que se introdujera un elemento que distorsione el mercado. Prueba de ello, es que los productos alimenticios, materiales de construcción y medicinas que gozaban del citado beneficio tributario, solo subieron ente 18% a 20%. En realidad lo único que se ha fomentado “es mayor informalidad” ya que se ha permitido el ingreso de productos de marcas económicas que no se comercializaban en la región y que son traídos por comerciantes informales ya que las empresas que gozaban de los beneficios tributarios tenían que ser formales, debido a que el procedimiento de verificación era muy estricto en cuanto a las formalidades que debían cumplir para que se puedan acoger a su devolución. Por el mismo procedimiento que exigía la normatividad que estuvo vigente hasta diciembre del año pasado.
La ciudad de Iquitos ocupa el primer lugar en inflación a nivel nacional en los primeros 8 meses del presente año (duplicando el promedio nacional); convirtiéndola en la ciudad más cara del país y probablemente de Latinoamérica. Y ésta no es una mera opinión empírica sino que está basada en indicadores de diferentes instituciones del Estado que estudian el avance y retroceso de la pobreza monetaria. Cada año tenemos nuevas estadísticas, pero veamos qué define realmente la pobreza. ¿El material de nuestra vivienda? ¿El acceso a servicios básicos? ¿Nuestro nivel educativo y acceso a la salud? Sin duda, la estimación de la pobreza monetaria es insuficiente para capturar todo el espectro de lo que significa tener condiciones de vida inadecuadas. Brechas de saneamiento, de conectividad, de educación, de seguridad y varias otras limitan el proyecto de vida de miles de loretanos y no pueden ser fácilmente convertidas a gastos en soles. Eso, no obstante, no significa que el indicador de pobreza monetaria sea irrelevante: después de todo, revela mejor que ninguno la capacidad que tienen las familias de acceder a los bienes privados del mercado, desde comida hasta transporte o vestimenta. Loreto está sumida en la peor crisis económica de su historia tras dos quinquenios de pésimos manejos políticos. Este caos económico reinante era previsible tras la gestión desastrosa del último gobernador regional que manejó equivocadamente los destinos de Loreto. En los últimos 4 años han cerrado más de dos tercios de las 600 empresas que existían a inicios del año 2015, afectando el empleo. A la par, la inflación ha pulverizado el salario real y el poder de compra de los iquiteños este año 2019.
En Loreto existe el 59.77% de personas con al menos una necesidad básica insatisfecha. El 23.60% de las niñas y niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica y 60.73% de las niñas y niños entre 6 y 35 meses tienen anemia. Estas son las cifras que encontramos en las fuentes oficiales, pero ¿qué significa en realidad? Estos números representan familias que no tienen acceso a agua no contaminada. Familias que deben caminar entre 30 minutos a una hora para conseguir agua cuando el río está seco y que viven literalmente sobre el río cuando está crecido. Las cifras hablan de familias que no tienen energía eléctrica en sus hogares o que tienen luz sólo hasta las 9 de la noche. Los porcentajes muestran niñas y niños que no poseen seguridad alimentaria porque en época de creciente no hay superficie sobre la cual cultivar y el alimento es escaso. En las comunidades más pequeñas, deben viajar a otras comunidades para ir al colegio, para acceder a servicios de salud. Las carencias antes descritas afectan la vida de la población de diferentes formas. La falta de acceso a agua segura influye en la salud de los pobladores y en el porcentaje de infantes con anemia y desnutrición. La restricción de energía eléctrica implica que no pueden estudiar durante la noche y reduce la productividad de los adultos. La falta de seguridad alimentaria tiene un impacto directo en los índices de anemia y desnutrición. Por último, el tiempo invertido en viajar para acceder a salud y educación implica una barrera de acceso que no todas las familias pueden superar. Pero resulta que para colmo de males, para el año 2020 en la Ley del Presupuesto por recursos ordinarios que el gobierno central va a asignar a Loreto le recortaron 145 millones, y pretenden asignar a nuestra región solamente 35 millones de soles de los 180 millones que estaba considerado; este abuso lo quieren sustentar porque según el ejecutivo; ni siquiera pudimos gastar este año los 270 millones del Fideicomiso, oh! Sorpresa.
De verdad me causa nauseas la incapacidad de gestión del GOREL con respecto al mediocre manejo de los fondos del “fideicomiso”, ya que a estas alturas del año la ejecución presupuestal está por debajo de la media nacional, ubicándose en el puesto 23 de 25. ¿Será por eso que no desea que se le mida con este indicador? Si el gobernador desea que su gestión se mida por la “calidad de gasto” está bien, pero habría que advertirle que el resultado no es mejor. Recordemos que en mayo pasado el Gobernador Regional promocionó 29 obras a ejecutarse con este recurso; veamos cómo va a la fecha de estas 29 solo se convocaron a 21 licitaciones, de este paquete 13 recién se presentaron las ofertas de los postores, 3 fueron elevadas a la “OCSE” y 2 fueron declaradas desiertas y de estas solo se lograron adjudicar 8 obras que ascienden a un monto total de S/. 45’838,710.53, que representan el 16.98%, de estos recursos; y hasta el momento ninguna de ellas ha comenzado. De estas 13 obras, 8 empresas “pucallpinas” y 2 “huanuqueñas” fueron beneficiadas con la buena pro; QUE TAL SUERTUDOS!…De este paquete 11 obras corresponden a colegios por un monto de S/. 115’502,135 que representan el 41% del presupuesto total y 2 obras de hospitales por S/. 119’393,378 que representan el 42% del total. Como vemos solo resta el 17% del “fideicomiso” para invertir en otros sectores. Pero lo peor radica en que por ejemplo que se está invirtiendo en el sector salud en una sola obra hospital de San Lorenzo en el Datem del Marañón; cuando este financiamiento se podría haber gestionado por el “PRONIS” Programa Nacional de Infraestructura de Salud, que está a cargo de la construcción de los hospitales en todas las regiones del Perú. Del mismo modo los 11 colegios que suman S/. 115 millones, se hubieran podido solicitar financiamiento al “PRONIED”, Programa Nacional de Infraestructura Educativa, que está a cargo de la construcción de los colegios en todas las regiones del País, en ambos casos solo era hacer gestión, como lo hacen los otros gobiernos regionales y municipios del país y no se hubiera comprometido “tontamente” el 83% del fideicomiso. Qué tal manejo de fondos!
El lunes en la mañana hubo reunión de los alcaldes en el auditorio del Colegio de Abogados. Y resulto elegido “Pancho Sanjurjo” como presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región Loreto. Al respecto las autoridades locales manifestaron que el Fideicomiso debe ser repartido entre todas las municipalidades de la región y que no solo sea manejado por el GOREL. Dicen no haber sido favorecidos aún, pero todavía late la esperanza que en el segundo desembolso los consideren. Piensan que hay que incidir en ese aspecto ante el GOREL, a fin que delegue obras a los distritos que están esperando. Mientras no haya inversión del Fideicomiso, van a seguir solicitándola. Un claro ejemplo de que los gobiernos locales tienen la razón, es que este año para “Requena”, la tercera provincia en población de Loreto no se va invertir ni el 1% del fideicomiso. Peor aun sucede con la provincia del Putumayo, no va recibir nada, siendo nuestra frontera con Colombia y estando olvidada, esto va generar mayor pobreza y por lo tanto la población podría dar un vuelco al sembrío de coca e impulsar el narcoterrorismo al estar a la meced de las “FARC”. Cuidado con eso! Otra perla es el sector Forestal donde no hay nada, solo se está gastando en elaborar expedientes técnicos. Y si los mismos no tienen financiamiento, estos expedientes solo van a servir de pisapapeles, y por las puras alverjas gastarán millones en ellos.
Como vemos el origen del problema de la región Loreto, está muy ligada a los errores de nuestros políticos, y aún tiene un panorama muy complejo para este año 2019 y 2020, ya que venimos de cuatro años seguidos de recesión económica; entre ellas la segunda caída más grande del PBI que región alguna haya tenido que soportar en la historia republicana del país. Hecho que ocurrió en el año 2016, cuando nuestra economía se contrajo -12.3% en Producto Bruto Interno (PBI). La cual representa el segundo récord negativo en la historia de la Región (el primero ocurrió con la caída del “Boom del Caucho” cuando nuestra economía cayó -15.7%; año 1918), este hecho llegó a significar la caída más grande de los últimos 100 años. Nuestra región tiene un poco más de un millón de habitantes, la gran mayoría de ellos en situación de extrema pobreza, con casi el 90% de la PEA de la región desempleada o Subempleada. Como consecuencia de ello, la crisis que estamos soportando este año tiene un impacto en todos los sectores de nuestra economía. Si el GOREL no empieza a preocuparse por la economía de la región no habrá futuro al cual podamos aspirar los Loretanos.
Este columnista advirtió, y reclamó, pero el GOREL miró a otro lado y dejó caer la economía regional. Si no hubiera alternativa bueno, pero Loreto podría estar creciendo 6%, si las cosas se manejaran con más responsabilidad y sin intereses. Recientemente “The Economist” publicó su reporte “Economic and financial indicators” en el que ofrece sus estimados de crecimiento económico semestral, así como sus proyecciones para el cierre del 2019 y 2020, para una gran diversidad de regiones en el país. Como se puede apreciar en los cuadros adjuntos a este artículo, Loreto registró un crecimiento del semestre enero-junio negativo de -5.3%, la peor tasa de crecimiento comparada con sus pares regionales, siendo solo superior a la de Cajamarca – como el informe destaca – en un contexto de agravamiento, ya que Iquitos ocupa el primer lugar en inflación a nivel nacional en los primeros 6 meses del presente año (duplicando el promedio nacional); convirtiéndola en la ciudad más cara del país y probablemente de Latinoamérica. La realidad es que esta cifra refleja una reducción importante del tamaño de nuestra economía; reducción que de hecho ya se ha venido reflejando en otros indicadores sociales como el desempleo y la informalidad.
La región en el último quinquenio, en ningún momento dejó la recesión económica, y la desaceleración es evidente y, tal como adelanté en artículos anteriores, la incapacidad de gestión de nuestros políticos hicieron mella en la economía. Así lo evidencian los niveles de rentabilidad y de circulación en el mercado, que se redujeron a la mínima expresión, y se llegaron a perder más de 74,000 puestos de trabajo porque se vieron afectados los cuatro sectores principales de la economía de Loreto (Hidrocarburos, Forestal, Turismo y Construcción). Todo este panorama se inició por la decisión de que el lote 192 lo maneje PetroPerú en el año 2015 y que tuvo una consecuencia funesta el retiro de los inversionistas extranjeros de este sector. Todo esto se complementó con el problema del mal manejo del “Buque Yacu-Kallpa”, que terminó afectando gravemente al sector forestal, al perder al único operador logístico que cubría la ruta Iquitos y costa este de Norte América (México, Estados Unidos y Canadá). Todo esto a su vez arrastró al PBI a cifras negativas en los últimos años, con lo cual se afectó el empleo, los ingresos, la tasa de morosidad, etc. A su vez, las ventas de electricidad en Loreto disminuyeron a niveles del año 2009 cuando vivíamos los efectos de la crisis internacional (Créditos Suprime). El consumo de menor energía eléctrica, es sinónimo de menor actividad económica.
Conocer cuánto vale una canasta familiar permite comparar qué tan caro es el estilo de vida en nuestra región versus otra o el promedio nacional. Más allá de un simple indicador, la canasta básica es un conjunto de productos y servicios de primera necesidad que una familia necesita para poder subsistir, o al menos, tener una vida digna cada mes, saber cuánto vale la canasta familiar permite medir cuán cara es el estilo de vida en nuestra región. En Loreto la canasta básica de una familia de 4 miembros asciende a S/.1,376 soles; el costo de la canasta per cápita (persona/mes), asciende a S/.352 soles. En ese contexto, los especialistas señalan que ha pesar de ello la canasta no logra ser del todo cubierta. Ya que con esa suma de dinero “NO” se incluye transporte y comunicaciones, vivienda y servicios básicos, muebles y enseres, educación, salud, esparcimiento, etc. Y además parte de ello tiene que ver no solo con los ingresos que las personas reciben sino también con el alza de precios que se ha reportado en algunos alimentos producto de la “Ley No 30897”. El gasto promedio por persona mensual es de solo S/.502 soles; y el ingreso per cápita de la población mensual es de S/.650 soles. El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de nuestra región, vemos que en el 2019, ocupamos el puesto 24; de las 25 regiones del Peru (solo superados por Cajamarca), así pues nuestros ciudadanos tienen, según este parámetro, uno de los niveles de vida más bajo en relación al resto de las regiones en cuanto al ranking de PIB per cápita.
Solo en el primer semestre de este año, de los 532 productos que componen la canasta familiar en Loreto, 363 subieron de precio, 147 productos no mostraron variación y tan solo 22 bajaron, de modo que queda para el análisis la evolución que la canasta básica ha tenido durante lo que va del año 2019; ya resulta difícil que las personas puedan lograr asumir al 100% la cobertura de la misma. La canasta básica de alimentos depende siempre de la cantidad de ingresos o recursos que necesita una familia para poder satisfacer sus necesidades básicas, y en la Región Loreto aproximadamente se encuentra en los S/336 y S/352 per-Capita mensuales por persona, y que posiblemente ya se acerque a los S/360. El 36,2% de la población de Loreto se encuentra en extrema pobreza. El 56.7% de la población en pobreza. Y solo el 7.1% puede acceder mediamente a un ingreso decente. Así, se estima que del 90% de la población de Loreto vive hoy por debajo de la línea de pobreza (monto considerado insuficiente por el INEI para acceder a una canasta básica de consumo). Sin duda, la estimación de la pobreza monetaria es exigua para capturar todo el espectro de lo que significa tener condiciones de vida inadecuadas. Brechas de saneamiento, de conectividad, de educación, de seguridad y varias otras limitan el proyecto de vida de miles de loretanos y no pueden ser fácilmente convertidas a gasto en soles.
Ahora miremos otros indicadores: Las exportaciones cayeron a su nivel más bajo en los últimos 30 años, principalmente el sector forestal. La actividad de la construcción civil se contrajo a niveles nunca antes visto en la historia de la Región, por falta de proyectos de infraestructura básica. El índice de rentabilidad de los restaurantes y hoteles de Iquitos descendió hasta el nivel más bajo desde el año 1990. La ejecución del gasto se cayó 19.7%. La morosidad del sistema financiero se sitúo en el orden del 9.8% (la más alta de las 25 regiones del país). El empleo, en empresas privadas formales de 10 y más trabajadores en la ciudad de Iquitos, cayó en 15,0 por ciento interanual. Solo el 11.3% de la PEA tiene empleo formal, Sub-empleada 51.5% y desempleada el 37.2%. La confianza y las expectativas de futuro de los empresarios están por los suelos. En los últimos 4 años han cerrado más de dos tercios de las 600 empresas que existían a inicios del año 2015, afectando el empleo. A la par, la inflación ha pulverizado el salario real y el poder de compra de los iquiteños este año 2019, según algunos especialistas, debido a la entrada en vigencia de la “Ley No 30879” se estima que la contracción de la economía será de 20%, una cifra catastrófica considerando que la región ya ha perdido más de la mitad de su Producto Bruto Interno en los últimos años.
Toda esta situación produjo una Recesión Económica con la consecuente reducción de márgenes de utilidad de las empresas; de la cual el sector de comercio de consumo masivo fue afectado directamente. “CSJ” no pudo estar al margen de esta situación, ya que la misma terminó favoreciendo a que proliferen un modelo de negocio basado en la informalidad (contrario al nuestro) que terminaron desatando una guerra comercial de precios a la baja en el mercado, haciendo mucho más complejo el accionar de nuestra fuente generadora de renta para generar valor al negocio; inclusive el consumo evolucionó hacia una segmentación de clientes de una composición de productos del “TIER-4”, ( más baratos) la cual incidió directamente para que activemos planes comerciales para generar demanda y rotación de los Sku’s en el punto de venta de las líneas comerciales que distribuíamos. Esto también implicó que la composición de nuestro “Sell-in” fuera reconfigurada hacia categorías más económicas y de menor margen de rentabilidad.
“La canasta básica” efectivamente se ha ido incrementando en los últimos años, y de cierto modo guarda relación con la Remuneración Mínima Vital (RMV) que actualmente es de S/930, monto que en algunos casos no permite acceder a la canasta básica si consideramos que en nuestra región, en promedio en una familia de cuatro integrantes solo uno de ellos es el que trabaja. Es por ello que se puede decir que la relación que hay entre la canasta básica y el costo de vida de las personas es un tema fundamental que tiene que ser atendido. En ese sentido, menciono que en una comparación entre salario mínimo y canasta básica en Loreto que realizó el Instituto Peruano de Economía (IPE), nosotros nos encontramos exactamente en la cola de las 25 regiones del Perú. Existiendo una brecha estimada en un poco más del 50%, con respecto al promedio nacional.
Más del 60% de la población de Iquitos no puede acceder a una buena canasta básica. Hemos visto que el mínimo vital no cubre ni la mitad de las necesidades básicas de un hogar de cuatro miembros. Además en los últimos meses, los alimentos se han incrementado como producto de la entrada en vigencia de la “Ley No 30897”. Eso nos lleva a afirmar que requerimos “inversión” de manera urgente que reactive nuestra economía, sean estas nacionales o extranjeros para implementar proyectos de inversión a corto plazo. Aquí entran en juego dos variables: por un lado, la necesidad de un marco jurídico estable y predecible para disminuir la incertidumbre; y como “NO” lo tenemos, hace que los inversionistas posterguen sus decisiones. Por otro lado, se requiere de financiamiento, es decir, dinero fresco para hacer empresa. Estas dos condiciones no son simples ni rápidas de lograr; más aún en un contexto regional “mediocre” que nos espera para lo que resta del 2019. Mientras tanto, aumentar la eficacia y la calidad del gasto de los fondos del “Fideicomiso” será clave. Es decir el GOREL tiene la palabra. Sino, pagaremos el precio de haber hecho una reforma en el momento más inoportuno, y la complacencia nos pasara la factura. Termino este artículo diciéndoles a los que llegaron hasta aquí, que siempre pueden hacer caso omiso a mi visión por no ser de su simpatía y seguir como estamos para ver hasta donde más pueden hundir a nuestra Región.