El camaleonero Roger  Rumrrill no tiene ningún peso ni asesora en nada al retirado comandante, como suele decir.  Nada de su acostumbrado rollo figura en ninguno de los tantos planes de gobierno presentados por el ahora mandatario de este país. Recomendamos al escriba multiforme que busque otra tienda donde tenga voz y voto.  Con el debido respeto que nos merece el nuevo presidente, le decimos que haga otro plan. Un plan incluyente, vinculante, para gobernar la distante Amazonía. En ese plan deberá constar, de entrada y de salida,  que entre los excluidos de este país somos los más excluidos.  Estamos más lejos de lo lejos y todos los gobiernos anteriores han hecho esto y lo otro entre los verdores acuáticos,  pero no han imaginado el progreso de la zona boscosa.   

Exagerando algo, podríamos decir que a estos predios todavía no llegan las gangas del famoso crecimiento, los excedentes de las exportaciones, las bonanzas cacareadas. El libre mercado no nos ha incorporado. Entre los pobres somos muy pobres. Lo acaban de decir inquietantes cifras recientes. Nuestro drama mayor es que seguimos en el pasado.  Para dar una idea cabal de esa preferencia por el ayer, mencionamos, por ejemplo, a las tantas veces invocadas  exoneraciones. Esa palabra se pierde en la noche colonial.  En la petición de Francisco de Orellana para que le concedieran la Amazonía  con el nombre de Nueva Andalucía ya figuraba esa ganga. Exonerados y todo, seguimos ahí, sin  encontrar  todavía la ruta del desarrollo.

Las amplias alamedas del progreso no pueden ni deben seguir alejándose de nosotros, los marginados amazónicos. Somos otro país, otro mundo y merecemos otro destino.  El nuevo gobierno que se instalará el 28 de julio de este año,  podría convertirse en un régimen con vocación selvática que deje atrás el tradicional desdén centralista por esta zona. Si la promesa humalista de inclusión es cierta, los amazónicos seriamos los primeros beneficiados.     Ojalá.

1 COMENTARIO

  1. Y siguen con Rumrrill!. Qué les ha hecho? Que sea un seguidor o no, Que forme parte o no, del futuro nuevo gobierno es algo que les debe tener sin preocupaciones….y qué nos importa a los lectores!

    Creo que ustedes , por alguna razón, no miran los árboles por ver el bosque.
    La tremenda responsabilidad del atraso del cual se quejan, de la gran falta de oportunidades, de la exclusión, de la pobreza, es responsabilidad también del Gobierno Regional. No se puede echar toda la culpa ùnicamente al centralismo costeño y al Gobierno Central (que no es lo mismo, ni es igual).

    En mucho tiempo que leo sus editoriales nunca he visto ninguna crítica, ni la màs pequeña, ni la más pía, al presidente del Gobierno Regional ni a su administración ( no se pide una crítica como la que endilgan a Rumrril, por ejemplo; o como la que sueltan tranquilamente contra la quintaesencia de los alcaldes del Perù) , pero es hora que sean equilibrados y objetivos. No?

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