UN PARO MÁS QUE IMPORTA

[Es momento de replantear estrategias de lucha]

Escribe: Marco Antonio Díaz Ruiz

marcodiazr17@gmail.com

Como dicen nuestros padres “una raya más al tigre”, pero nosotros podríamos decir, un paro más que importa.  Nuevamente nuestras calles se llenaron de vidrios, basura, llantas quemándose y cuanto “adorno” más en estos tipos de hechos. Finalmente quien o en cuanto tiempo vamos a tener la ciudad que queremos o deseamos tener si todo está sucio y maloliente.

La pregunta que nos hacemos y de seguro se hace la gran mayoría de la ciudadanía ¿era necesario el paro? .Cuantos paros más tenemos que vivir o soportar sus consecuencias, hasta cuando seguiremos con la misma cantaleta de siempre. Por si acaso que no se interprete mal y que no se tergiverse las protestas y las medidas de lucha que son un derecho de los ciudadanos y de los pueblos. Pero si no conseguimos nada durante tantos años, entonces porque insistimos en los mismo, no deberíamos poner las barbas en remojo y aceptar que nos equivocamos?.

Este paro es la materialización del paro fallido de la semana pasada, de esa convocatoria que la hiciera desde Lima con la cabeza caliente y sin analizar los escenarios. Es decir, nunca consultaron a sus bases y cuando recién bajaron se encontraron con una enmienda que los hizo recapacitar y cambiar de fecha y de razonamientos. Si con tantos paros ni siquiera les dimos cosquillas a este gobierno y a los que se fueron, cuanto de los puntos de la famosa plataforma de lucha logramos arrancarle al centralismo, seamos coherentes con lo que se dice y lo que se hace. La población estamos cansados de tantos paros sin nada de logros positivos venga de quien venga la convocatoria.

Los convocantes de estos paros deberían pensar más en los que menos tienen, porque son ellos precisamente los que pagan las consecuencias. Nos hemos puesto a pensar qué comerán mañana o cómo pagarán las deudas de un día sin trabajo aquellos que se ganan del diario? Seguramente que no. Pero de seguro nos dirán que justamente las luchas se hacen pensando en los más pobres y que si el gobierno no da más recursos la inversión del estado no va a llegar a los pueblos, eso y más explicaciones y argumentos tendrán, pero nada justifica atentar contra la economía de los más vulnerables.

Nuestros dirigentes y nuestras autoridades a partir de esta medida deberían considerar la opinión de los demás, de quienes piensan diferente y no necesariamente porque no quieren el desarrollo de Loreto, sino porque se requiere que las cosas se hagan planificando y concertando con todos, nos sólo tomando las decisiones entre cuatro paredes y con nuestros más cercanos colaboradores y con la gente de nuestro grupo. Señores así no vamos a lograr nada, debemos sentarnos a planificar una agenda regional concertada donde se exprese la voz del pueblo representado en sus dirigentes y en sus autoridades. Con nuestras acciones de egoísmo y celos vanos no nos conduciremos a nada bueno y nunca vamos a lograr lo que anhelamos.

Es momento de deponer nuestras ambiciones e intereses personales y de grupo para levantar la bandera de la región, debemos construir ciudadanía comprometida con nuestra problemática, y si los dirigentes obtusos y cavernarios no entienden de concertación y de sentarse a dialogar con los que piensan distinto, es momento que den un paso al costado y dejarle la posta a los nuevos líderes que tengan vocación de trabajo y de compromiso con la ciudadanía, que sepan articular esfuerzos y despolaricen las broncas y la rencillas, además es momento de despolitizar el frente patriótico de Loreto entendiendo que es la única y valiosa herramienta de lucha donde deben converger todos y no estar capturado en manos de intereses particulares.

Consideramos que a pesar de nuestras diferencias debemos buscar la reconciliación entre todos y sólo de esa manera podremos ser fuertes y contundentes en nuestras decisiones, no sólo es oponerse sin fundamentos y tampoco sólo criticar a quienes proponen cosas distintas. Si continuamos separados y no buscamos la unidad del pueblo de Loreto éste y todos los gobiernos continuarán haciendo lo que mejor les parece, y ello porque nosotros lo permitimos.

Debemos ser conscientes que el canon petrolero no es la solución a nuestra problemática estructural, han pasado tantos años de canon y qué hemos construido, qué es lo que nos han heredado. La región Loreto urge de encontrar su camino al despegue económico con otras alternativas de desarrollo. Tenemos diversas potencialidades pero que no sabemos aprovecharla porque estamos cegados en el dinero del canon petrolero.

Incluso nos hemos olvidado que tenemos la más grande biodiversidad del mundo por estar concentrados en el petróleo, es necesario resolver el tema de la zonificación económica y ecológica sino toda la vida vamos a estar lamentándonos de nuestra suerte y estar envidiando a regiones como San Martín y Ucayali sin mencionar otras. Jamás podremos salir del meollo donde nos encontramos sino resolvemos problemas estructurales de fondo y no de forma.

Por qué no pensamos en resolver la infraestructura productiva de la región de manera concertada y escuchando a todos, nadie más que nosotros va a resolver nuestros problemas, debemos afianzar y creer en nuestro desarrollo endógeno. Pero ello no significa que lo que ahora hacemos nos garantice buenos resultados, es momento de dar un nuevo giro a nuestras propuestas y a la forma de llamarle la atención al gobierno del Perú que durante toda su historia sólo hemos sido su patio trasero y su despensa, no esperemos nada al azar, sino planificamos nada.