Hace unos aos en un lugar de la broza un da de mucho sol y luego de cantar, obligadamente, el himno nacional y el himno del colegio nos dirigimos diligentemente a las aulas. Era abril y con el corte de cabello a lo militar. Quedaban las aulas en el segundo y tercer piso. Para m todo era una situacin nueva. Nuevos amigos, nuevos profesores y colegio nuevo. Lo escrutaba todo y trataba de identificar los cdigos entre patas, profesores y auxiliares administrativos. Era como ir poniendo nombre a un nuevo mundo. El aula era compartida con personas de diferentes procedencias. Haba patas que venan del interior de la regin que, presumo, estaban como yo, un poco con cierto temor escnico, en castellano peninsular, acojonados. Otros haban cursado toda la primaria en el mismo colegio y entre ellos haba ms cordialidad, y con razn, se conocan. Ese primer da me remeci las emociones. A los pocos das de la convivencia escolar no haba quien que no tuviera un mote o apelativo ante la chacota de los dems patas, y casi todos los apodos, relacionados con la fauna amaznica o los defectos fsicos. Una cuestin que me asombr fue que cada da tenas que afirmar ante los dems tu virilidad, nadie se daba tregua, chcala para la salida. Al primer resbaln te caan como una horda de piraas y te dejaban hecho pica- pica. En ese contexto recuerdo que haba algunos patas que esta demostracin de virilidad les supona cierto esfuerzo, un plus (estril e ingenuo) que demostrar ante los dems. Y esto supona la mayor de las burlas posibles. No imagin que ramos muchachos tan violentos, lo percib con el tiempo. Agresivos. La ceguera de esos aos mozos hizo que no permitiramos admitir que haba personas diferentes a nosotros y, como muchos, ramos sembradores de estigmas. Que haba personas con otras opciones y sensibilidades afectivo- sexuales. ramos unos brutos machos alfa pastando en la floresta y la cruel violencia imberbe iba dirigida contra ellos, los ms vulnerables. La tolerancia era chino o finlands para nosotros. Todos estos recuerdos horrsonos me vienen en este da contra la homofobia. Hay que hacer una revolucin en las aulas, partiendo por admitir que hay personas con sensibilidades diferentes.