El arte de gobernar no es tarea fácil. Desde muy temprano se han escrito tratados, manuales, ensayos y todavía ese ámbito sigue siendo insatisfecho. No se ha encontrado la receta ni el jarabe adecuado si no todos hubieran ido a por él. Recordar que Maquiavelo trazó una cartografía sobre el gobierno y así como él otros siguieron reescribiendo esa relación tensa y difícil entre gobernantes y gobernados. Y todavía no se da en el clavo. En este sentido, se ha escrito mucho en la prensa estos años sobre la relación de coejercicio del poder en Perú del exmilitar Humala y su mujer. En ciertos tramos de la discusión observaba que se atufaba de machismo alfa sin límite. De esos patas de pelo en pecho que no consultan con su mujer, presumiblemente. Es obvio que cuando uno ejerce poder sobre determinadas situaciones se tienda a consultar y a escuchar diferentes aproximaciones sobre el tema, no creo que sea un delito ni censurable consultar con tu mujer, marido o pareja. En el sistema anglosajón (un amigo amazónico soltaría el chascarrillo de anglosajino) y en el sistema interamericano de derechos humanos la práctica jurisprudencial ha instituido el amicus curiae, que es cuando el juez escucha a especialistas sobre un tema determinado y así poder sentenciar mejor. Y bajo el lema quien puede lo más puede lo menos ¿por qué no escuchar a la mujer al marido o a tu pareja, en este caso de un presidente de gobierno o de un gobierno regional o local, sobre un determinado caso?, ¿es por eso sacolargo o un calzonazos a la ene potencia (uff eso es de un terror monstruoso para un macho alfa)? No es condenable. Lo condenable sería si la mujer de este gobernante utilizara recursos públicos para beneficio propio, que ante un tema de interés no sepa dar un paso atrás, como sería, ante un caso presumible de conflicto de interés. Que sus consejos promuevan o consoliden el nepotismo dentro de un gobierno ya sea local, regional o nacional. O que tuerza ciertas decisiones por la sumisión de funcionarios o autoridades. En todo caso es responsabilidad del gobernante, no de un consejo y menos un de un conejo o coneja.

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1 COMENTARIO

  1. De hecho no está demás hacer algunas consultas o escuchar opiniones cuando se quiere tomar una decisión. Pero estimado amigo, eso no es gobernar, eso no es hacer política y es precisamente por ese motivo que los que fungen de políticos en nuestro país acaban por los suelos, acaban haciendo lo que no deben, acaban con los pantalones en las rodillas, odiados, despreciados, maldecidos, aborrecidos, etc.
    Usted dice que el arte de gobernar no es facil, yo le digo que sí es facil. Gobernar es participar, es consultar, es tomar decisiones conjuntas, en beneficio del pueblo y para el pueblo. Aqui lo hacen dificil porque los «gobernantes» siempre le dan la espalda al ingenuo pueblo. Se creen reyezuelos, creen que el pais es su chacra y creen que la gente es de segunda o son perros del hortelano, eso es lo que pasa.
    Con respecto a la coneja, debes saber que ella es la que lleva los pantalones y las decisiones.

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