Trata de menores
La mala, por no decir pésima, noticia salió hace unos días en los medios de comunicación escritos, y presumo, que también radiales que Loreto está primero en el ranking entre las regiones de mayor porcentaje de trata de menores. Lamentablemente ninguna autoridad levantó la voz de protesta [parece que eso no preocupa al Presidente del Congreso que presentó un evento de lugares comunes sobre Loreto en Palacio de Gobierno ni al Presidente del Gobierno Regional que desde la distancia parece que conduce con luces cortas los problemas de la región], ningún ciudadano o ciudadana se indignó, es más se calló sibilinamente. Ni siquiera las instituciones que se dedican a la defensa de los derechos fundamentales de la persona mostraron su preocupación por este grave, gravísimo hecho por la infancia y adolescencia ¿es falta de sensibilidad o de empatía por esos menores que lo sufren?, ¿Por qué tanta pasividad, dejadez, inopia? No llega uno a entender esa negligencia, esa complicidad bastarda ¿Qué nos está pasando? Porqué no ponemos freno a este delito sobre los menores [el caso de un abogado in fraganti con una niña en un hostal duerme en el sueño de los justos]. El año pasado en el mes de agosto con la poeta Ana Varela volvíamos caminando juntos de la presentación de un libro por Punchana, a unas cuadras del colegio José de San Martín donde estudié por unos meses la primaria y Ana mostró su repudio e indignación cuando observó que cerca, muy cerca de los colegios, a unos metros, funcionaban hostales de camuflaje que era garitos donde se producían estos delitos ¿Cómo es posible que el Municipio otorgue la licencia de funcionamiento a estos negocios a unos metros de los colegios? ¿Habrán leído la Convención del Niño? ¿Y el interés superior del niño o niña? Es una total falta de sensibilidad de las autoridades y de la ciudadanía también, por eso ocupamos el número uno por nuestra laxitud ante la ley, por nuestra falta de compromiso cívico por la ciudad, civitas. No debemos quedarnos cruzados de brazos, deben existir ciudadanas y ciudadanos de la ciudad de Iquitos que pueden denunciar estos hechos para que no queden impunes. Hay que gritar ante injusticias como esta. Ojalá alguien tome la posta porque nos estamos agusanando.