Susana Villarán, esa lideresa de la izquierda peruana que tantos acólitos y seguidores tuvo en su momento en Iquitos también se daba tiempo para lavar la bandera en las plazas y calles. Lavaba, decía, para limpiar de corrupción el país. Cuando en verdad esos trapitos los debía lavar en casa. En Iquitos también se lavaba banderas, solo que esos “lavadores” ahora se dedican a otras tareas.