La cantante, educadora y exministra de Cultura del Perú, dijo sentirse decepcionada de la política peruana y los constantes cambios que se han presentado en el Ministerio de Cultura, que no permiten lograr cambios significativos en el sector.
“Veo que las personas ingresan con un revanchismo. Me maltrataron antes por el color de mi piel, mi forma de hablar, entonces ahora que estoy en el gobierno, ahora van a ver. Esa actitud no es inteligente y nos separa”, manifestó.
Cuestionó que el Estado muestre un descuido permanente con la cultura y solo se visibilice el centralismo, dejando de lado el apoyo a los artistas de provincia.
“Me llamó un artista de Puno y llorando me dijo, las iglesias se van a caer porque vienen las lluvias. Iglesias maravillosas, con altares maravillosos, felizmente se consiguió los fondos para que trabajen en su refacción”, comentó tras recordar su paso por el Ministerio de la Cultura.