En estos días, como peruanos, hemos vivido la algarabía de Vivir en una Crisis Política generada por los llamados Kenjivideos, donde se evidencia la compra de congresistas para así evitar la vacancia por incapacidad moral al ex presidente, hoy renunciado, Pedro Pablo kuczynski. Lo bueno de esta conyuntura es que se evidenció rotundamente que la clase política peruana esta corrompida y que necesita un cambio de 360°. Solo así, quizás, se logre los objetivo trazados para hacer del Perú el país que muchos políticos prometen en campaña.

No negare que lo vivido últimamente tiene tanta coincidencia con la serie House of Card, el cual se centra en las artimañas que Frank Underwood (Kevin Spacey) junto a su esposa Claire Underwood (Robin Wright) hacen para llegar a ocupar el cargo de Presidente de los Estados Unidos. La diferencia radica, que es algo minúsculo, en que los actos realizados por los personajes mencionados anteriormente no son tan evidentes, es decir los actos que implicarían llegar al poder, en su mayoría malos, no es factible de identificar; caso contrario sucede con los personajes peruanos, las acciones del ex presidente Kuczynski permitieron llegar al grado en el cual se encuentra ahora, ya no ser el presidente del Perú, y de paso recibir el repudio de muchos peruanos, por su incapacidad de gobernar. Se rumoraba y se exigía pruebas de la supuesta compra de congresistas para evitar la vacancia, y pues los obtuvieron por parte de la bancada de Fuerza Popular, demostrando en el video la clase de políticos que nos están gobernando, o mejor dicho, a quienes hemos elegido por democracia, a través del sufragio electoral.

Puedo decir que quizás el actual Presidente Vizcarra junto con su esposa sean los Underwood. Pero con la realidad en la cual estamos viviendo quizás ellos no lo sean, quizás sea la Tercera vicepresidenta Mercedez Aráoz o quizás no. Digo esto por la supuesta renuncia que iban a hacer en caso que Pedro Pablo Kuczynski ya no estuviera al mando del Ejecutivo.

En sí, uno nunca sabe lo que puede ocurrir en la política, y claro está que uno nunca termina de conocer a la persona, y más aún si esta con ansias de llegar al poder, en esta última condición es capaz de hacer cualquier cosa para obtener lo que quiere. Hasta vender cupos en su partido o movimiento político y dejando de lado lo que implica el verdadero objetivo de lo que es la política, trabajar para el bien del pueblo, de su región y el de su país.