Escribe: Jhon Rivas Senador 2026-2031
Somos libres, séamelos siempre…gritamos cada estrofa,¿Realmente somos libres? ¿El peruano es libre frente a su propia nación? ¿El Perú es libre ante los países de Potencia Mundial?, preguntas de reflexión social que nos acedia frente a tanta falta de oportunidad en nuestro país.
A pesar del avance intercultural, social y de derechos humanos, considero que hoy la libertad queda solo en las líricas de las canciones y en las prosas de las poesías, en los ideales de la mente y en el papel de un buen discurso, ya que realmente no contamos con una libertad plena de actitud y voluntad, no podemos hacer lo que queremos, pensamos o deseamos, más nos tenemos que adecuar a lo que existe en la sociedad y ajustarnos a lo que sentimos hacia eso, siendo una libertad a medias o encajonada a opciones no tan individuales, si no macros, de aprovechar la conciencia y escaso análisis de quienes hoy fuerzan poderes políticos y económicos para seguir esclavizando y robando el futuro de nuestros ciudadanos.
Un país de tercer mundo, o sub desarrollado como el Perú, no tiene autonomía plena en sus decisiones, normas y leyes, aunque aparentemente eso pareciera, en la realidad tiene que dirigirse en base a los acuerdos y tratados internacionales, direccionado por los países de primer mundo que ponen la línea de como funciona la economía y las proyecciones de los países que no pueden aislarse para poder crecer o vender y tienen arrastrándose a lo que imponen los desarrollados como cultura de vida, dentro del grupo político que esclaviza a sus gobernados.
Lo que cantamos en nuestro Himno Nacional no se aplica a plenitud, ni se puede imponer porque es imposible subsistir sin tecnología ni otros bienes que como país no contamos, necesitamos de otros para existir, lo que nos hace débiles e incompetentes a la mirada de los que abusan en complicidad de los políticos que hoy nos gobiernan, sin pena ni piedad, manteniéndonos distraídos, relajados y miserables en nuestra pobreza social que se reflejan en todo lo negativo que nos asfixia: delincuencia, corrupción violencia, pobreza, falta de oportunidades, etc.
Antes que el ex Presidente Alan García cambiara en su segundo mandato la estrofa del Himno que se entonaba en todos lados, al cantar mencionábamos: Largo tiempo el peruano oprimido la ominosa cadena arrastró; condenado a la cruel servidumbre largo tiempo em silencio gimió. Y me preguntó, ¿esto sinceramente ha cambiado? ¿Hemos dejado de ser esclavos? Creo que la forma de la esclavitud se ha modernizado, pero no ha desaparecido, ha pasado de ser dramática y llamativa a ser selectiva y disimulada, sino trabajas no comes o no tienes dinero para volver a gastar, desgastando la salud, empobreciendo y marchitando el espíritu, recudiendo al ciudadano peruano a cumplir sin rebelarse y a obedecer sin cuestionar.
Por eso a veces los inteligentes ya no quieren pensar para no sufrir con lo que observan, y los que no usan su cerebro se divierten hasta donde pueden sin añorar más de su conformidad, permitiendo que los políticos con escaza formación y parte de organizaciones que te imponen seguir eligiéndolos aprovechen de lo básico para manipular sin escrúpulos; evidenciándose la entera necesidad de tener mejores autoridades preparados y capaces con renovadas ideas de lo que la población requiere dentro de sus propias limitaciones, sin mezquindad ni codicia, que den oportunidad a los que se esfuerzan por sus propio bien y el de sus familias, es tiempo de librarnos y cantar esa estafa de libertad, eligiendo verdaderos políticos que amen y te quieran como Loretanos qué somos.