COLUMNA: PIEDRA DE SOL                                                                       

   Por: Gerald  Rodríguez. N

El aliento gris de las mañanas en Iquitos, su mal olor en las calles, su radio chillona llena de amarilla y desmedido sensacionalismo, el destape absurdo o la indiferencia de la gente que camina por la ciudad como autómatas, rumbo a un día más de trabajo, caracteriza a nuestro Iquitos moderno, que cansado de parrandear desde el jueves a domingo, como en los años de 1900 en la ciudad donde se celebraba los carnavales y fiestas sociales con decreto de feriado incluido, heredó a su prole futura las características de una ciudad divertida, como quien se olvida del estrés del pasado y el estrés de nuestra genética historia.

Pues las antalginas cargadas de cerveza y diversión es el mejor consuelo para no seguir viendo los desastres de una ciudad, o más bien de una región, que sigue apostando por la democracia, por el no decir nada, por el silencio, en boca cerrada no entra mosca, y dejar  el destino de la ciudad a los que mejor saben destruirla, a los que nos saben qué hacer con ella y mejor se dedican a buscar un negocito donde se pueda sacar algo de tajada  -para ti y para mi nomás compadre- y todo sigue su rumbo.

Pues el político de ahora no debate, solo baila; no sinceriza el análisis del progreso, miente un plan de gobierno fantasma, desparrama demagogia y propone incoherencias. Llegado al poder pierde su ser y gobierna en la nada. Su fantasmada muchedumbre que le lanza vivas solo espera un puestito de trabajo, con carnet de militancia en la mano, sin currículo que importe, solo que haya lanzado más vivas al gobernador electo, al quien mienten diciéndole que es el mejor, que la región lo ama. Entonces el espejo esconde su rostro, la realidad se acurruca en el silencio y la desgracia gobierna. Es la hora de la venganza y te robo, no te amo; sobrevaluo donde pueda en adquisiciones, llamo a la familia para que gane tres sueldos y busco al suegro que con larga experiencia en desvío de fondo, para que me dé consejo de cómo esconder los millones de soles que era para los loretanos que esperan desarrollo sobre sus emponados, en sus canoas, estibando la carga se esfuma como aura ante el sol. Sartre escribió  “el ser nos será develado por algunos medios de acceso inmediato: el hastío, la náusea, etc…” esta realidad humana de la cual Sartre nos hace referencia de nuestra condición humana como ser, se refleja en el discurso discontinuo y ambivalente del Gobernador regional respecto a lo que dijo en campaña y lo que ahora hace. Su tipología característica parte por haber perdido su ser, su conciencia existencial para vivir en su burbuja de poder y del todo poderoso. La náusea de las mentiras y del acto de sus funcionarios para desviar y engañar con los fondos que se asigna para la administración de esta región, explica el quien anda con lobos aprende aullar. La condición humana del poder, de los que se creen dueños de los recursos de la región, se ensucia del color distinguible de la ambición y  de la pérdida de la conciencia del ser.