Con las disculpas del caso por mi ausencia con mi habitual columna de los jueves. Regreso con la cabeza caliente, reventándome porque me pregunto y repregunto en qué momento nos empezamos a joder como sociedad y como ciudad.

Me pregunto si realmente los males pueden llegar a durar 100 años y si realmente el cuerpo puede resistirlo. O sea Iquitos y sus habitantes, tienen un límite para soportar lo realmente insoportable, porque no creemos que tengamos que esperar 100 años para ver soluciones a nuestros problemas.

No sé si a otros columnistas les pasará, pero a mí me cuesta muchas veces definir el tema sobre el que voy a escribir, opinar y compartirlo con ustedes.  Son muchas las sugerencias que recibo sobre qué temas abordar. Solo esta semana la que estuvo liderando el ranking fue el pésimo estado en que se encuentran los semáforos y otros temas más están ahí en espera.

Los semáforos, en vez de cumplir la función para lo que fueron creados, terminan desorientando a los conductores de vehículos y peatones. Si la memoria no me falla, ya me referí sobre este tema hace semanas atrás y no me cansaré de reiterarlo, por algo simple. Ya es hora que los periodistas seamos mucho más voceros de los pobladores que, en algunos casos, defensores de tal o cual autoridad.

 Alguien dentro de su sequito de acompañantes de la alcaldesa de Maynas, quien por lo visto recorre poco, por no decir nada, las calles de la ciudad, al igual que los demás alcaldes distritales, quienes no conocen el estado real de los semáforos, que al menos le digan, sino a la autoridad, a los responsables del área respectiva, el estado en que están estos aparatos.

Ya es el colmo que no exista día semáforo ubicado en el distrito de Iquitos y en los demás, que presenten fallas. Y llama la atención que nadie de las gestiones municipales se dé cuenta de lo que ocurre. No buscamos resolverle la chamba a la gestión de la alcaldesa ni de los alcaldes,  pero es bueno que el personal de tránsito, más allá de señalizar por compromiso las calles, revisen el estado en que están los semáforos en toda la ciudad.

Y me quedo solo con un pequeño detalle de los problemas que hay en la ciudad. Y no es para que los funcionarios y amigos de la alcaldesa y los alcaldes distritales lo tomen a mal. Por el contrario, deberían tomarlo en cuenta, porque no siempre es bueno tener junto a uno a quien siempre dice: sí señor(a) a todo, aun estando mal las cosas. A eso se les llama simplemente ayayeros, y la verdad, ese tipo de personas no sirven para absolutamente nada.

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