– Orfelinda Meléndez

Sacó adelante a sus hijos con venta de flores

Orfelinda Meléndez vendedora de flores

Desde que era una niña vivió en ese mundo de la venta de flores en el cementerio General, ahí ya que su mamá se dedicaba a la siembra de flores y las vendía en las afueras del campo santo. Hace 26 años trabaja en este negocio que poco a poco la sacó adelante tanto a ella y a su familia.  

Escribe: Katty Riveros Montalván

Kattyriveros.18@gmail.com

 Su sueño es que su último hijo sea profesional y cumpla sus metas que se ha trazado ya que es el único que está viviendo en la capital y mensual le manda dinero a su hijo para que pague sus estudios.

Orfelinda Meléndez Mori (46), es una de las vendedoras de flores más antiguas que hay en el cementerio general, ella nos cuenta su vida y los logros que obtuvo dedicándose a la venta de flores naturales.

Desde que era una niña vivió rodeada de sus familiares que se dedicaban a la venta de flores, su madre se dedicaba al sembrío de estas plantas y creció con esa vocación. Siendo muy jovencita tuvo a su primera hija y al año tuvo a su segundo hijo. En total tiene nueve hijos y a todos ellos logró sacarlos adelante sola ya que es madre soltera. “Con la venta de las flores que me he dedicado toda mi vida pude sacar adelante a mis nueve hijos, sufrí mucho porque no tuve el apoyo de sus padre, pero con este trabajo digno logré hacer que mis hijos estudiaran y sean hombres de bien”, expresó.

Vende flores en el cementerio general

Meléndez Mori sostuvo que su último hijo quien tiene 14 años está estudiando en un colegio de la capital su primer año de secundaria y su deseo es que su niño se convierta en un gran profesional. “Mi hijo quiere ser policía, ya que él tiene todas las condiciones para serlo, aparte tengo ya tres hijos más que están viviendo en Lima que ya tienen sus hogares conformados y trabajan en diferentes empresas”, manifestó.

La vendedora de flores dijo que trabaja todos los días y junto a ella sus hijas mayores también se dedican a este negocio ya que les genera dinero, no tanto pero al menos llevan algo para su mesa. “Yo trabajo todos los días, no hay descanso para mí, en este negocio se gana poco pero al menos te puedes llevar un pan para tus hijos y dignamente te lo ganas, sin necesidad de robar o engañar a otras personas. Acá diariamente se gana entre 80 a 100 soles, a la semana ya tienes un buena cantidad, ese dinero te ayuda en pagar tus cosas. Vendo desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la noche, este es un trabajo sacrificado si quieres sacar adelante a tu familia debes pensar primero en tus hijos”.

Orfelinda Meléndez recuerda que cuando se inició en esta labor llevaba a sus tres menores hijos con ella a trabajar ya que no tenia con quien dejar a sus pequeños. “Cuando mis hijos eran pequeños los traía conmigo y recuerdo que ellos dormían en las tinas vacías o en la silla, en sol o en lluvia tenia que trabajar para poder sacar adelante a mi familia en especial a mis nueve hijos que hoy son mi orgullo, porque todos son trabajadores y buenas personas”, relató.

Actualmente doña Orfelinda tiene 13 nietos y es una abuela trabajadora, ahora solo le queda mantener a su último hijo que está estudiando en Lima y que ella está juntando su plata para que vaya a vivir junto con él. “Hace tiempo estuve viviendo en Lima pero tuve que regresar por unos motivos, pero después regresaré para estar a lado de mi hijo y trabajare allá para darle la comodidad que se merece mi niño”, finalizó.