Resplandores en el cielo

Recuerdo que a los ocho años, fui a visitar a unos familiares, una noche de lluvia en Iquitos, con truenos y relámpagos. En medio de los estallidos sonoros y las ramas que se mecían violentamente en el exterior, entré a la biblioteca de aquella casa y descubrí, maravillado y asustado, un libro de portada luminosa, con una recopilación de fotografías y testimonios sobre avistamientos de ovnis.

Quedé tan impactado que, desde aquel entonces, me interesó siempre investigar más, indagar en las presuntas verdades y descubrir las mentiras que se esconden detrás. En libros, en prensa, en la televisión. Buscando pruebas, refutándolas. Quería ser un investigador de fenómenos paranormales. Siempre mirando al cielo, tratando de descubrir las luces, brillantes y descomunales.

Con el paso del tiempo, mi escepticismo ha crecido ampliamente y mi fe se ha ido apagando paulatinamente. Pero, como para no poder la esperanza, sigo a veces levantando el rostro, sobre todo en las noches de tormenta, y esperando encontrar un resplandor. Quizás por eso también he escrito mi más reciente libro. Para recordar aquellos tiempos de niñez, para no dejarlos que se esfumen en el olvido.