El tratamiento del dolor lumbar, algunas veces comprende remedios simples que aplicados de forma continuada aumentan su eficacia.
Mira estos 10 remedios fáciles para aliviar el dolor lumbar:
- Haz ejercicio.Un ejercicio muy eficaz es caminar llevando pequeños pesos en las manos, de esta manera mejoras tu capacidad aeróbica.
- Pisa en blando.El suelo duro o los zapatos duros producen dolor lumbar. Ese dolor puede evitarse usando zapatos o plantillas que absorben el impacto.
- No descanses demasiado.En caso de dolor de espalda agudo y puntual, debes descansar primero, pero después tienes que levantarte y caminar al menos media hora cada tres horas.
- Toma aspirina o paracetamol.El dolor de espalda se puede aliviar con cualquier calmante que tenga ácido acetilsalicílico, ibuprofeno o paracetamol, sólo en caso de dolor.
- Levanta las piernas. Acuéstate en el suelo, con las pantorrillas apoyadas en lo alto de una silla y las rodillas dobladas en un ángulo de 90º. Más que ninguna otra postura, esta posición reduce la presión en la espalda.
- Calienta los músculos antes de ejercitarte.Lo mejor es calentarlos con una marcha relajada y sostenida. Camina balanceando suavemente los brazos al andar y luego gira lentamente de un lado al otro.
- Mantente recto, pero relajado.Los especialistas aconsejan una postura recta, pero relajada, lo mismo estando de pie que sentado., así se ejerce menos tensión sobre los músculos de la espalda.
- Haz ejercicios acuáticos o practica yoga.Los ejercicios en el agua son la mejor forma de desoxidar esos músculos de la espalda que pocas veces utilizamos. También el yoga ayuda.
- Acuéstate sobre una pelota de tenis.Tiéndete en el suelo y coloca una pelota de tenis debajo de ti, de forma que presione un punto sensible. Deslízate sobre la pelota, empleando el peso del cuerpo, hasta que el dolor lumbar disminuya.
- Usa frío y calor.Con las rodillas dobladas, desliza una bolsa de hielo envuelta en una toalla sobre la piel. Puedes probar el mismo método con una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica. Prueba ambas técnicas por algún tiempo para comprobar cuál te alivia mejor.
Si los dolores persisten por varios días lo mejores es acudir al quiropráctico y al médico para que revisen tu columna mejor.