El Relator de la ONU sobre Desechos Tóxicos y Derechos Humanos, Marcos Orellana visitó el territorio quechua y achuar. Estuvo en la comunidad Nuevo Andoas, Lote 192, que recientemente cumplió 50 años de actividad y está ligado históricamente a violaciones de derechos de los pueblos indígenas.

Orellana reconoció zonas afectadas por los derrames: en Ismacaño, evidenció la presencia de petróleo con tan solo remover un poco de tierra. Mientras que en la comunidad Titiyacu, por una quebrada del río Capahuari, comprobó el daño ambiental ocasionado por los constantes derrames y su inadecuada remediación.

LIMITACIONES EN SALUD 

También verificó las deplorables condiciones en la que opera la posta de la comunidad. Encontró las paredes con moho, el cielo raso con serios desperfectos y la sala de parto sin una camilla funcional. 

Fue testigo de que no se cuenta con los requerimientos mínimos para la atención primaria de salud ni de los medios para ocuparse de la exposición a metales pesados. Como se recuerda, Nuevo Andoas, está esperando por casi 4 años la construcción de un hospital.

El Relator mostró su preocupación por la situación del Lote 192. Cabe precisar que en junio de 2021, envió una carta al Estado peruano, advirtiendo la falta de políticas que resguarden a las comunidades de la prolongación de la explotación petrolera y solicitaba información sobre las demandas de las federaciones indígenas.